'Para decir mañana': poemario de Socorro Trejo Sirvent


DAVID SANTIAGO TOVILLA
DIARIO POPULAR ES!

Con móviles de «amor, vitalidad y esperanza» según Dolores Castro; poesía para «todo el que desee vivir con los ojos abiertos ante el acontecer de los días» para Ciprián Cabrera Jasso; poesía de quien «abandona la oscuridad de los desastres y finalmente atraca en el fulgor del silencio, para mirar impávida hacia el futuro», al decir de Gabriela Balderas y «fuego que ilumina para que podamos leer" para Héctor Cortés Mandujano, fueron los atributos señalados del poemario Para decir mañana de Socorro Trejo Sirvent, presentado en esta capital y en la ciudad de Comitán en días pasados.

 

Héctor Cortés Mandujano señaló: «dice Nicolás Guillén: gotas de gordo aceite son mis días/pasan tan lentamente que no pasan/ los hombres a mi lado miran, pasan/lentos como también mis lentos días'. Socorro Trajo le ha sumado al espíritu el peso de su cuerpo y ha dejado el agua, el aire. Está parada sobre la tierra en días que van "perdiendo su verdad", en donde "no se puede hacer más que seguir así/viviendo", en donde "vale más que te mueras/o que muramos". Esta tierra es de paisajes en donde "el frío se va cerrando" y "el humo es cada vez más denso".

 

«El círculo de los sueños —la cuerda troja de la que siempre caemos a la oscuridad— nos regresa a un día más de desesperanza, al corazón que sólo el olvido ha visto envejecer, al deambular "por las aceras incansables/persiguiendo algún sueño"».

 

Por su parte, Gabriela Balderas agrega en torno al poemario y en particular de su sección "espejo de la memoria": «Se refleja la temática del amor-erotismo, de una memoria solar que hace del cuerpo de las palabras una danza candente y no importa si "el sol juega a esconderse", porque de cualquier forma el ser de la poeta tiene la fuerza suficiente para inventar la luz del amado en plena noche, pues ella es la flor del sol que lo circunda. Poemas elaborados a partir de la mirada, son los ojos quienes recorren como en una carta de navegación, la geografía de las olas que el amor inventa».

 

Concluye con el convencimiento de que Para decir mañana: «Propone que el tiempo, no importa la adversidad circunstancial, sea vivido con autenticidad, si es preciso hasta desaparecer para retomar el vuelo. En reflexión elabora signos en una búsqueda de madurez, se quiere reconstruir el círculo roto de la vida, volver "al recoveco antiguo" y surge así, "una nueva forma de ver las cosas"».

 

El poeta tabasqueño Ciprián Cabrera Jasso, reflexiona: «la poesía no dejará de ser nunca un acto de amor. Por lo tanto, magia, y de compromiso amoroso con lo existente. En el filtro a través del cual la palabra alaba o se duele de lo creado. Es el médium por donde hablan todas las voces de los espectros y de las sombras que deambulan por las aceras, los patios, los terrenos baldíos, los desiertos y los mares del mundo.

«Es la antena que capta las ondas invisibles y diáfanas que vagan por los aires les da el signo necesario que las manifiesta. Así la muerte, así el amor, así el desconsuelo, así la tristeza meditabunda, así la melancolía que contempla el vacío, así la ternura, así el vuelo de imágenes que brotan del fondo insondable de la memoria».

 

Cabrera Jasso abunda: «De esta manera recorrí la voz susurrante de Socorro, de esta manera me penetró desde el plexo el ulular quedo del viento que da vida a cada una de sus palabras. Su poesía deposita en uno la ternura que crece, el amor que satisface y redime, la amistad callada del corazón, el oleaje en celo de la mirada desnuda. Tiene Socorro la capacidad maravillosa de hablarnos quedamente, como si siempre nos anunciara alguna maravilla de la vida, como si a cada paso descubriera algo nuevo y nos lo quisiese comunicar a través de lo más cálido de su alma».

 

El escritor afirma: «Se llega a sentir, en la poesía de Socorro un respeto por todo lo que toca. El mundo es evocado desde una religiosidad plena de vuelos y no de escollos dogmáticos. Esta, en ella, nunca se hace abiertamente manifiesta, sin embargo, cada pausa de silencio entre palabra y palabra y cada signo están impregnados de este sentimiento que hace que todo se corresponda y unifique».

 

La escritora Dolores Castro coincide con Baldaras en el sentido de constituir una poesía del amor: «Eros rige el encuentro y convierte lo cotidiano en maravilloso. Eros hace trascender lo temible y oscuro hasta alcanzar nuevas formas de educación».

 

Expresa el sentimiento que perdura tras la lectura de Para decir mañana: «Emoción ante la autenticidad de una expresión que procede de vivencias, expresión que no persigue las metáforas con red de cazadora furtiva, sino que en la lucha con las palabras para que sirvan de comunicadoras, ella venció. Vivimos, revivimos una experiencia erótica que se experimentó y se dijo con precisión y emotivamente. En esto no se puede fingir sin ser advertido el fingimiento". Define: «emoción ante una auténtica poesía erótica. Para decir mañana tiene poemas de crecimiento, con la pasión domada y con el ánimo de pronunciar en forma más ceñida la poesía».

 

Dolores Castro concluye: «Este libro de Socorro Trejo, transparente, poesía, emociones, inteligencia alerta a la apreciación de los valores, a la captación del instante único, a la expresión cabal de quien ha luchado por ceñirse al lenguaje significativo y preciso y descubrir otros valores».

 

Cuatro voces alentadas por la vivencia de Para decir mañana.