Gloria Zenteno: «Uno se nutre de la vida y la literatura»


DAVID SANTIAGO TOVILLA

DIARIO POPULAR ES!

Fotografía: Yaccick Pulver

«Mis senos han empezado a gritarme que ya no soy joven, mi cabellera ya no es abundante ni siquiera esto me interesa. Tomo calmantes para dormir o cuando menos para sentirme mejor; aún tengo uno que otro galán. ¡Ah, maldito espejo que permaneces y puedes gritarme verdades ineludibles!» dice Gloria Zenteno en el cuento que da título al libro que hoy por la noche se presenta en el Foro Cultural Universitario.

Cómplice de los espejos tiene como editores a Rodrigo Núñez y al Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez. Cuarenta y una páginas. Ocho cuentos de Gloria Zenteno con ilustraciones de Gabriel Gallegos.

En ellos, comenta la autora, hay algo de autobiografía: «Son textos trabajados durante varios años. Cerca de ocho. El cuento que se incluye al principio del libro es el primero que escribí: "Olor a destierro”; este siguió a "Las chicharronas”. Son vivencias, a personas que conocí, sigo viendo y tratando. Se puede decir que a la mayoría de los personajes de los cuentos de Cómplice de los espejos los saludo todos los días. Están presentes en la sociedad tuxtleca. Algunos han aportado algo a mi visión del mundo».

Viene “El hombre lobo que quería ser lobo": «un texto muy consentido porque me costó mucho trabajo escribirlo, años. Lo terminé a propósito del Festival de Escritores Chiapanecos Jaime Sabines. Tuvo éxito. Es un cuento que me gusta mucho porque allí están mis amigos. Es un retrato de la generación de los sesenta, quienes ahora tienen cuarenta años».

Gloria Zenteno cuenta la anécdota de algunos de sus materiales: «El texto más reciente es "Devorador de las sombras" que trata de la impunidad de algunas gentes de Chiapas. Familias que tienen fama y tradición de asesinos o ladrones. Viven sin ser molestados o detenidos.

»Recuerdo esto porque pasé mi infancia en una zona rural. Donde también conocí leyendas tradicionales sobre espantos y aparecidos. Aún tengo presente la rueda que hacíamos los menores junto a la carreta a la luz de la luna. Quizá por eso me haya vuelto cuentista, porque además teníamos como costumbre contar los sueños a la mañana siguiente».

De ahí surge, por ejemplo, "El devorador de las sombras", que la autora define como casi tradición oral. «Una historia repetida durante años. Se trata de una persona de quien se burlan y acusan de homosexual. Para no parecerlo, mata a su amigo. Un día se le presenta el fallecido como cocha enfrenada. Lo llama logra, como se dice ganar su alma».

Los otros textos son: "Ella sonreía", "El cinco", "Cómplice de los espejos" y "Para hombres que dejan huella", éste último aborda el tema de una relación de pareja viciada, deformada. El protagonista vive una relación desagradable con una camisa, que simboliza a la mujer. Problemas, pleitos. Él se da cuenta que no lo quiere, pero persiste. Sabe que ella lo quiere abandonar. A él no le importa, pero al fin sucede.

A Gloria, le interesa destacar algunos problemas sociales, en "Olor a destierro” dice: «El martes 13de noviembre de ese año, los Chambé huyeron a Tuxtla y no se volvió a saber de ellos. Allí, en ese lugar donde en tiempo de agua olía a tierra mojada y a jocotes y mangos, en abril, cuando el calor se ve, padecieron para siempre la pestilencia sin importar la época. Más tarde, los chiapacorceños supieron que la hediondez provenía de una fortaleza inexpugnable que se eternizo envenenando el río grande con el pretexto de combatir el gusano barrenador del ganado en el norte del país».

En un lenguaje coloquial, sencillo: «es fresco. Trato de no caer en la narrativa clásica chiapaneca. No manejo cuestiones indigenistas. Trato de salirme de la influencia de Eraclio Zepeda y Rosario Castellanos. Quiero sea un lenguaje y una visión nueva de los chiapanecos y de los seres humanos.

»A veces han llamado grosero a mi lenguaje. No, la realidad es grosera. Todo lo que sucede es molesto. Si esto se hace con fidelidad, tiene que molestar a cierta gente. Cuando es necesario uso expresiones como ¡Puta madre! para que se entienda. Utilizo las palabras que se requieren sin pensar o temer a las críticas y decires. No importa. Entre ellos puede mencionarse a "El lobo ... ", un cuento muy irreverente que pudiera molestar a las buenas conciencias, pero de eso se trata».

Esto indica su interés por la condición humana: «me importa desde el paraíso condenado hasta la prostituta y el gran empresario. Igual puedo ocuparme de un catedrático de la Universidad que de un teporocho. Todos pueden proporcionarme material para escribir. Insisto, a mis personajes los saludo todos los días. Uno se nutre de la vida y la literatura de los escritores como Julio Cortázar. De ellas, tiene especial importancia la vida y la forma en que la veas. Porque puede escribirse sin decir nada. Espero que yo haya logrado decir algo, esto lo valorarán los lectores».

Dicha valoración es posible porque Cómplice de los espejos es una muestra de lo producido durante sus ocho años de escritora. Gloria relata que el volumen surgió del estímulo recibido en el Encuentro “Mujer, literatura y letras”, celebrado en el estado de Tabasco. «En ese encuentro recibí comentarios favorables de gente que respeto mucho. Dije, si ellos creen que vale la pena voy a publicarlos. A ver qué sale. No temo que me hagan pedazos».

La joven escritora (Chiapa de Corzo, 1967) concluye la conversación tras comentar hábitos de escritura: "lo hago cuando siento a necesidad. Normalmente los traigo en la cabeza. Soy de quienes pierden la mirada, el monedero, las llaves, porque están pensando. Los cuentos se incuban antes, durante meses. No creo en el famoso enfrentamiento a la hoja en blanco. Eso es demagogia de los escritores. Quizá sea más fácil que les ocurra a los periodistas, pero no a los literatos. Todo está intencionado. Se trama antes hasta que se encuentran los elementos y la fuerza para narrar".

—¿Quiénes te interesan como lectores?

—La gente común. Los escritores me interesan, pero no tanto, sólo en la medida de que son mis amigos y publican en los diarios. Pero me interesa la gente en general. Quiero que rían, lloren. Conmoverlos y llamar su atención hacia las distintas situaciones que vivimos, a ver si se puede hacer algo.

Cómplice de los espejos será comentado a partir de las 20:00 horas por Socorro Trejo y Roberto Rico, en un evento organizado por la Universidad de Chiapas y el Instituto Chiapaneco de Cultura.