DAVID SANTIAGO TOVILLA
Primero fue la obra de teatro, su puesta en escena en el Teatro de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, después, la edición —-de esas infrecuentes— del libro por parte del Instituto Nacional Indigenista; ahora, la versión cinematográfica de Los agravios ele su ilustrísima, de Alfredo Palacios Espinosa.
Este lunes 20, a las veinte horas, en el Centro
Cultural Jaime Sabines de la capital chiapaneca se proyectará la muestra en
video de la producción concebida por el joven cineasta Ignacio Guadalupe.
Filmada en Chiapas a fines del año pasado, con los actores que —en su mayoría— participaron
en la obra de teatro. Una
iniciativa y desarrollo independiente.
Alfredo Palacios Espinosa, desinteresado, voluntario y
persistente historiador indica que el reparto correspondiente es encabezado por
Ángeles Cruz, actriz oaxaqueña que interpretó el papel de Rigoberta Menchú en
una película holandesa.
Cruz compartió su experiencia profesional con actores
que tenían trabajo teatral pero no cinematográfico. Lo que aumenta el valor, en
tanto propuesta independiente llevada a su realización total: «la alimentación,
los traslados fueron sufragados por los mismos actores. Tuvimos algunos apoyos
institucionales, pero en cuanto a traslados de material. Ayudas mínimas que nos
permitían avanzar. Lo que predominó fue el entusiasmo y el espíritu de
colaboración de los actores chiapanecos como de1 staff que vino
acompañando al director, igualmente sin cobrar, más que la recompensa de
trabajar en Chiapas en un proyecto, cuando esta entidad es noticia».
La proyección que tendrá lugar el lunes siguiente,
originalmente se realizó en Betacam en tres cuartos, pero trasladado a VHS por
razones económicas. Las reproducciones no están disponibles, por ahora, sólo se presentará
a la comunidad el trabajo realizado. Presentación prolongada, ya que la
filmación se hizo
en el mes de agosto de 1994.
Alfredo Palacios continúa en el relato de la experiencia
cinematográfica: «para los chiapanecos que participamos fue muy estimulante
aprender los trucos del cine, donde se pasa por selva el jardín de una casa. En
este caso, las filmaciones se hicieron, principalmente en la zona de San
Cristóbal en momentos que estaba la Convención Nacional Democrática».
Se contó, también, con el privilegio de acceder a
zonas y objetos negados regularmente al público: «Parte de la filmación la
hicimos en la catedral, en lugares cerrados; incluso nos proporcionaron parte
del vestuario del obispo. En la iglesia anexa de San Nicolás, que fue el templo
de los negros, hicimos una de las tomas de un hecho sucedido en 1712, con mucha
semejanza a lo que ocurre en la actualidad».
Palacios recuerda el asunto temático de Los
agravios de su ilustrísima: «El tema es histórico. Es una de las tantas
partes vergonzosas de la historia de Chiapas. Se refiere a la sublevación
tzeltal de 1712, en los mismos escenarios de la hoy llamada zona de
conflicto. En ese tiempo fue Cancuc el centro ceremonial en donde se desarrolló
la tragedia.
«Los vestigios indican que lo único deseado por los
indígenas era su autonomía, su libertad de religión, el no pagar tributos. Es
asimismo la parte deshonrosa de la región cuando la autoridad religiosa se colude
con la autoridad civil, en una doble monarquía en contra de los indígenas. Esto
provoca la sublevación, los naturales pretenden nombrar sus propios obispos;
tiene sus dirigentes: María López Chacax, procuradora de la Virgen Santísima».
Es un tema que le apasiona y vuelve a los puntos que
en diversos momentos se ha dicho a partir de la aparición pública del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional en torno a la repetición de actitudes y
hechos. Antes enumera: «Puede recordarse la primera sublevación en 1692, aquí
en San Marcos Tuxtla; la otra fue la de los lacandones que huyen para no ser
esclavizados por los españoles.
«Una más próxima es en 1869, con la sublevación
tzotzil, con un deseo de autonomía indígena. Ya en nuestro siglo es la rebelión
de Jacinto Pérez pajarito. En todas las sublevaciones está presente la
figura de la iglesia, el obispo, algunas veces del lado de los explotadores y
otras siendo la voz de los necesitados. El paralelismo que puede establecer es
que siempre está presente la iglesia. Otro, es que ya desde 1869 aparece la
figura de la amnistía que después no es respetada».
La memoria de los pueblos explica la resistencia de
los neozapatistas a pactar acuerdos tibios con las autoridades. Alfredo
Palacios abunda: «Lamentablemente hay un dicho popular cierto: quien hace la
ley hace la maña. Por decir un caso, la amnistía de los sublevados en 1811 se
firma en un lugar neutral entre las partes y se dice que todos los
participantes en el movimiento quedaban amnistiados; sin embargo, al final
había una cláusula que señalaba salvo aquellos que hayan participado en
delitos del orden común.
«Dos años después el dirigente pajarito baja
confiado y lo aprehenden. Le hacen su viacrucis; debe cargar piedras desde la
cárcel, lo pasan por el parque, hasta el panteón. Cargando y cayendo después de
días de no darle ni agua. Esto, según los auténticos coletos, para que sirviera
de castigo ejemplar».
El interés de Alfredo Palacios por la investigación de
la historia no oficial y de los aspectos que ciertas memorias quieren olvidar
es más un empeño personal: «He trabajado con mis propios recursos y
posibilidades, sin apoyos mayores. También quienes escribimos, los que nos
interesamos por la investigación padecemos en nuestra propia tierra de esos
actos discriminatorios por círculos.
«En Chiapas todavía se camina por clanes, grupos. Las posibilidades
de publicación dependen de eso. A veces hay que acudir a México para que reconozcan
algún trabajo o bien obtener algunos premios para que empiecen a fijarse en
uno. Hay que ir al centro, primero. Lo mismo sucede no sólo para la investigación
sino en las manifestaciones artísticas. La actividad teatral ha venido a menos.
No hay una actividad sostenida, continuada, porque no hay apoyos».
Así, Los agravios de su ilustrísima en su modalidad
cinematográfica se podrá observar, por quienes lo deseen, este lunes por la
noche, en el centro ubicado frente al parque de Santo Domingo, donde participarán
Malú Morales y Jorge Mandujano. La actividad abrirá un ciclo denominado El
cine visto a través de los creadores, impulsado por la Universidad de
Ciencias y Artes de Chiapas.
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