DAVID SANTIAGO TOVILLA
Fotografía: charlesdeluvio
En medida que las sociedades mejoran su tecnología la agilidad para resolver satisfactores se duplica. Hoy, la actividad más común no se explica sin la activación de complicados mecanismos, redes y artefactos de comunicación que mientras mayores son sus potencialidades menor es su tamaño, como tendencia.
La
computadora no es ya un lujo, sino un objeto de necesario uso cotidiano; las
líneas telefónicas, hace tiempo dejaron de ser simples lazos de conexión para
suprimir distancias. En un mundo marcado por la carrera tecnológica, algo tan
sustancial al hombre como es el erotismo no podía quedar fuera.
Cómo
separar un resultado de la actividad humana y de su mente creadora con la
natural exaltación del instinto y la búsqueda de placer. No es posible que ese
elemento trascendente de
nuestra sexualidad llamado erotismo, permanezca al margen de lo que hoy es el
hábitat del hombre contemporáneo.
La
combinación de eros y tecnología ha producido la variante denominada sexo
frío.
La
expresión implica una participación más en el sentido de proyección y de
imaginación personal y se ve afectado, desde luego, por factores económicos y
materiales. Es una actividad que implica gastos por mínimos que sean.
Hay
variantes, como en todo, de acuerdo con las exigencias del consumidor. En el sexo
frío
pueden encontrarse materiales para uso en computadoras. En ellos existen las
divisiones de los materiales del erotismo pornográfico, en sus dos vertientes: el
softcore o desnudos con una gracia estética y el hardcore o la
genitalidad en bruto.
Como
es de suponerse, los más divulgados son artículos de la desnudez: aquellos en
los que, en las pantallas, se van sucediendo mujeres en lencería y poses
seductoras, y que comercializan hasta las placas de Gloia Trevi con las
prendas más elementales.
Estas
pequeñas paqueterías las vende Compushow Slide Show, en la versión 8.1. Si las
exigencias son mayores, hay opciones. Pendragon Software Library presenta tomas
de estricta genitalidad. Los resultados están determinados por el tipo de
pantalla que posean las computadoras personales para obtener mayor o menor
nitidez; lo recomendable
son pantallas ''super VGA''
Estas
presentaciones para computación son las más comerciales, accesibles y baratas.
Palabras mayores permiten los equipos de cómputo con lector de disco compacto
para lograr imágenes con mayor fidelidad de hermosas mujeres en acción. O bien,
el acceso a Ia red de Internet, medio por el cual firmas mundiales como Penthouse
disponen del servicio: sólo hay que contratarlo.
En
el futuro, los erotómanos podrán disponer de los logros de la realidad virtual,
cuando su masificación sea un hecho y pueda disponerse fácilmente de artefactos
de cómputo con capacidad sensorial.
En
este rubro del
sexo frío ingresan las ya famosas hot lines: líneas o teléfonos calientes, donde
las servidoras sexuales en el extremo opuesto de la comunicación no corren, en
absoluto, peligros de ninguna naturaleza y pueden asumir la conducta que les
plazca: la niña precoz, la mujer fogosa, la intelectual liberada, la prostituta
vulgar, la lesbiana exigente, la sadomasoquista; al gusto. El problema es que
se trata, principalmente, de agencias extranjeras que cobran en dólares dichas
calenturas.
Fuera del aspecto económico el
''sexo frío'' forma parte de la cultura erótica actual. Ya se ha dicho: ningún deseo sexual del tipo que sea es bueno o malo,
simplemente constituye una realidad que depende de cada quien encauzar o no:
reprimirse o entregarse a la plenitud, encerrarse en los prejuicios o seguir el
refrán popular que indica: ''No lo dejes para mañana si puedes coger hoy''.
*Publicado
en Expreso Chiapas.
Conexiones