DAVID SANTIAGO TOVILLA
Una vez más: parte del retraso de la dinámica social chiapaneca es la falta de acceso a información oportuna. Un problema, en la capital de Chiapas, es la carencia de bibliografía que está en la discusión nacional y en la reflexión mundial.
Si
bien no todo lo que se publica obedece a un interés por el conocimiento ni es
parte de auténticos procesos intelectuales sino sólo relaciones personales, no
puede aplicarse esto como una generalidad y no disminuye la importancia
colectiva de esos vehículos de información llamados libros.
Fuera
de estas consideraciones deben quedar las librerías de San Cristóbal, donde
hay mayor oferta, pero en Tuxtla Gutiérrez prevalece la inercia. La tradición,
el carácter cotidiano o frecuente de un hecho hace verlo con naturalidad por
algunos y como un escándalo por otros.
Ante
la solicitud de cierto título es natural escuchar que los libros llegan a la
entidad si alcanza la primera edición y no se agota tan sólo en el centro del
país; o, en una situación más favorable, pueden llegar tres meses después de su
lanzamiento, cuando se trata de los figurones que agotan ediciones. Por estos lugares
es imposible encontrar libros fundamentales, pero no masivos como La experiencia
literaria y El deslinde, apuntes para la teoría literaria, de
Alfonso Reyes, o bien Literatura europea y Edad Media Latina, de Ernst
Robert Curtius, por mencionar algunos no ya de editoriales marginales sino del
Fondo de Cultura Económica.
Un
claro ejemplo de este mecanismo es el libro reciente de Carlos Monsiváis, Los
rituales del caos: la edición del mes de marzo de 1995 nunca llegó por acá
y la segunda edición, de abril, calculan llegará dentro de un mes más. No queda
más que adquirirlo fuera o encargarlo. Claro, alguna vez el extinto Roberto
Mancilla, quien tenía a
su
cargo la librería del Foro Cultural Universitario, comentó su seguridad de que
en el fondo era la ausencia de un público lector de novedades. No es ésa la rotunda
justificación pero recuérdese que el mercado bibliográfico también obedece a
esquemas de consumo: eso habla de la asiduidad y la exigencia
documental de quienes se ocupan de la literatura en la localidad.
Frente
a ese panorama, el encuentro con determinados trabajos en una librería tuxtleca
es un suceso. Por ahí está un libro del filósofo español Fernando Savater: Sobre
vivir, en el sello editorial Ariel. Savater amplió su público con el
exitoso texto Ética para Amador, en 1991, bajo la misma casa editora.
Al
año siguiente lanzó Política para Amador, ambas producciones no son
propiamente materiales didácticos pero sí están escritos con un lenguaje ameno
y con razonamientos, no desde los embustes del caló de niveles profesionalmente
elevados. Como siempre, en literatura, el tiempo es determinante. Ética para
Amador ha sostenido sus ventas
después
del momento de aparición acompañado de campañas publicitarias.
Savater
ha continuado su producción en otras editoriales, pero con Ariel es este año
cuando nuevamente publica algo en México. Sobre vivir no es un trabajo
relevante, es la conjunción de varios artículos periodísticos que se refieren a
la ética, la literatura y el cine.
No
hay debe olvidarse que, en ese tipo de producciones, se tienen en mente
situaciones, circunstancias y momentos: fueron publicados antes de 1983 y para
un público con la formación
española, aunque la cualidad del libro está en mostrar nuevamente la propuesta
heterodoxa de Fernando Savater para asumir todos los actos de la vida: desde
una corriente política hasta la lectura de libros.
Fuera de eso, debido a la cortedad de los trabajos prevalece una sensación de ideas mutiladas, que no están desarrolladas a suficiencia, se quedan en generar expectativas y constituyen el inicio de búsquedas mayores. Sobre vivir no le ayuda mucho a Savater, mas es como un muestrario muy mínimo hacia quienes por primera vez se acercan a su trabajo.
Pero hay una enorme distancia con libros con la vigorosidad de su texto Ética como amor propio, publicado en México por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Las aportaciones de Sobre vivir son mínimas, pero lo son. Desde una negación a cegarse con una idea filosófica, moral, estética, ideológica, o de otro tipo.
En
el ensayo "El prestigio de la muerte", por ejemplo, Savater apunta
los mecanismos sociales y psicológicos a que apelan algunas frases. En Chiapas, se ha
dicho: “Aquí están los muertos de siempre, muriendo para vivir", un
discurso articulado por los zapatistas con frases y razonamientos originales y reproducido
mecánicamente por seguidores que se ponen en entredicho al repetir con puntos y
comas más los gags que las ideas.
Savater
expone: "La muerte es socialmente utilizada como legitimación, hechizo o
mercancía. La sociedad vampiriza a los muertos heroicos, absorbe de ellos su
vitalidad y su justificación ... Lo cierto es que va siendo más fácil encontrar
hombres dispuestos a morir dignamente que a vivir dignamente ... En modo alguno
quisiera yo vivir en un mundo en que nadie fuese capaz de dar su vida por una
idea, pero sigue siendo infinitamente más deseable dar vida con idea y en la
idea, en lugar de resolverlo todo muriendo o matando por ella. Las grandes
palabras se avienen mejor con la muerte que con la vida. La muerte las
prestigia, la vida las degrada".
Con
una claridad que debiera aplicarse en varios campos de la política, en un
ejercicio de sensatez usualmente inexistente, Savater abunda sobre el carácter
evasivo de la muerte y la responsabilidad de quienes viven: "¿Y quién no
sabe que es más fácil morir de amor que vivir plenamente el amor, dar la vida
por otro que soportar la vida de otro y hasta colaborar con ella? Y es que la
muerte es clara, nítida, irrevocable, tajante y dogmática como cualquier gran
idea: no tolera las medias tintas ni los compromisos, borra de un sablazo la
contradicción y despeja las tinieblas de lo incomprensible. La vida en cambio
es turbia, obscena, confusa, contradictoria y balbuceante: se aviene con el
escepticismo y la componenda, termina antes o después por desdecirse y pactar
la muerte se precipita de golpe y para siempre la vida tantea y
retrocede".
Sobre
vivir es un libro que resume los temas, criterios y
actitudes de Femando Savater: su oposición a la guerra, sus lecturas de Borges,
su afición por el cine y su no menosprecio a las producciones de Steven
Spielberg. Sin embargo, no es un libro esencial en la bibliografía savateriana.
Ariel explotó el aspecto exitoso de su autor.
*Publicado
en Expreso Chiapas.
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