DAVID SANTIAGO TOVILLAFoto de SIMON LEE
Por estos días se exhibe, en la ciudad de México, la exposición Net@Works: arte y tecnología media: una muestra de la aplicación de las posibilidades tecnológicas actuales en las artes plásticas.
Aunque la exhibición es menor, no abundante ni exhaustiva,
ayudará a quienes todavía se plantean falsas disyuntivas entre el arte y la
tecnología, para aquellos que rechazan productos elaborados mediante procesos
en que se usa, por ejemplo, equipo de cómputo.
En algunas ocasiones, se ha querido cuestionar la validez de
los trabajos artísticos cuya diferencia radica sólo en los medios utilizados
para su creación.
Se olvida que el acto creativo no reside en los instrumentos
utilizados, trátese de un lápiz, un pincel o un software. Las incapacidades o
habilidades se demuestran independientemente de los artefactos empleados. Claro,
cada creador, en el proceso de definición de su propuesta estética, define qué
técnica y los respectivos aditamentos a utilizar.
Negar las posibilidades artísticas de los instrumentos no
tradicionales no tiene sentido. Es sencillo, siempre se han utilizado los
recursos materiales de acuerdo con las condiciones de cada época. Resistirse a
hacerlo es como, por ejemplo, negarse a usar los pigmentos actuales porque son sintéticos
y no naturales como usaron los pioneros de la especie.
La creatividad, los alcances, están en quien lo usa no en lo
que usa. Los instrumentos rudimentarios, como la tecnología hoy, fueron un
medio, no el fin de la búsqueda estética del hombre. Es, pues, una discusión inútil que desafortunadamente
todavía se da.
Aunque se utilicen los novísimos equipos tecnológicos la cultura
del hombre está allí. Aun en el procesamiento por medio de teclas y mouse la
información cultural que, de acuerdo con la formación, geografía, medio social
u otros, se posee, se ve reflejada en el producto final.
Dentro del Net@Works se proyecta un video con una
colección de imágenes en a animación por computadora. En él puede observarse perfectamente
lo anterior: los creadores norteamericanos dan tratamientos casi emulando
cómics.
Aunque parezca esquemático, los pocos autores no
estadunidenses dejan ver otros motivos que son constantes en la gráfica, por
ejemplo, oriental: elementos acuáticos, peces, una naturaleza específica: no
árboles frondosos, sino cañas o bambúes, en bonsay.
La característica principal es el movimiento que proporciona
información cultural. Los trabajos de animación son más reveladores en ese
sentido. Las muestras de realidad virtual merecen un punto aparte, máximo
cuando pueden disponerse ya de esos recorridos por tuberías y pasajes extraños,
no del todo comprensibles, en la capital del país en algún centro de diversión.
Otro aspecto que muestra Net@Works es el uso del
holograma. En el centro multimedia de la imponente arquitectura del Centro
Nacional de las Artes, un círculo rodeado de placas sintéticas de
hologramas induce a otra dimensión. No sólo es el usual cambio de tonalidades y
la observación de un objeto en diversas perspectivas.
Se asiste, prácticamente, a un fragmento de una representación.
El objeto es un actor de teatro. Conforme se recorre el círculo en el holograma
se observa un paulatino cambio de gestualidad en la totalidad del cuerpo.
Hay proyecciones alternas, porque las placas reflejan por
instantes las del frente, debido a la dirección de la luz indispensable para
ver los hologramas. Otro aspecto por destacar es una instalación con un
holograma como eje. En un cuarto semioscuro se acude a una recreación muy viva.
Es la visión casi real de un charco. Sensores activan la ambientación auditiva
correspondiente. De lejos, el holograma situado en medio de rocas asfaltadas constituye
un espejo, con claras reminiscencias poéticas. Al aproximarse, el holograma
deja ver el mundo verdoso propio de un charco, con el movimiento mínimo que a
su vez contienen.
Consignamos acá, algunos aspectos de Net@Works que valían
la pena comentar. En este momento en que el entorno natural es la tecnología y
los media cobran una presencia apabullante no sólo para estimular el mundo del
consumo.
*Publicado en Expreso Chiapas.
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