DAVID SANTIAGO TOVILLA
La cinta española Secretos del corazón, de Montxo Armendáriz, está nominada para el premio a la mejor película en la lengua no inglesa.
Secretos del corazón nos sitúa frente a un escenario que pocas veces puede percibirse por el carácter rutinario del mundo y la insensibilidad, la deshumanización que impera en el ambiente sometido a la competencia.
Secretos del corazón regresa a esa oportunidad que pocos logran darse: acercarse a la poesía del descubrimiento.
Montxo Armendáriz, se cuenta, tuvo que elegir entre 3 mil 500 infantes para conseguir al Javi (Andoni Erburu), un niño de ocho años que desempeñara adecuadamente todos los momentos de la película y cuya naturalidad diera verosimilitud a los simbolismos comprendidos en esta magnífica realización.
El tono de la cinta persiste en las referencias necesarias: la ausencia de diálogos que buscan explicar y hasta justificar los acontecimientos, la carencia de narraciones e imágenes que quieren hacer evidente todo.
Por contrario, prevalecen: las sugerencias, la interrogación y la respuesta necesaria. Una cinta trabajada con pulcritud, esmero y tino para dejar al espectador con un conjunto de actitudes positivas frente al hecho cinematográfico. No hay duda de que Secretos del corazón es una es de las cintas más impactantes, por su calidad, en esta XXX edición de la Muestra Internacional de Cine.
La cámara dirigida por Armendáriz persigue durante toda la filmación a este pequeño que se distingue por una avidez tota por enterarse de lo que ocurre en este mundo. Así, se observa a Javi y su inspección por los secretos familiares, desentrañando la verdad o mentira existente en las viejas consejas que se desgranan en la calle y los chismes de las viejas cotorronas del pueblo: moverse sin perspicacia o morbo hacia los vericuetos del sexo.
El niño quiere enterarse de todo por primera mano. Su consejeroy asesor general es su hermano Juan (Álvaro Nagore) un chiquillo un poco más grande que él, quien le transmite informaciones completas, a medias o falsas. Incluso saca provecho de él dándole la información alterada, Juan y Javi viven con un par de tías costureras, muchachas a punto de convertirse en mujeres maduras.
Se entenderá de qué manera estos dos adolescentes llenan la vida de este par de damas solteronas.
La trama se desarrolla en la década de los sesenta y en Pamplona, España, en donde la instrucción religiosa tiene un papel fundamental.
En un pueblo cercano donde nacieron los niños y donde vino al mundo toda la familia, se ha quedado la madre de ellos, hermana mayor de las costureras, que se llama María (Charo López). La mujer es viuda, su esposo se mató hace algún tiempo con una escopeta de caza y sumió a la familia en el escándalo local. Este viene a ser uno de los secretos que Javi consigue desentrañar: que su padre no se mató accidentalmente al limpiar la escopeta, sino que se dio muerte por decisión propia.
Para completar el cuadro de escándalos, sucede que María ha cometido el terrible pecado de liarse en amores con su cuñado (Carmelo Gómez), un joven de pueblo que se encarga de la granja familiar y que quiere mucho a sus sobrinos-entenados; pero las hermanas de María, temerosas de la maledicencia local se han llevado a los dos chiquillos arrancándoselos casi a la fuerza a la madre, para que de alguna manera no se enteren de ese secreto familiar que es la relación entre la viuda y el cuñado.
Una historia cuyos pormenores son revelados mediante la inquisitiva observancia y especulaciones del Javi. Nada escapa a los ojos de este chiquillo, que pareciera nunca descansar hasta poner en tela de juicioincluso las cosas más serias o terribles. Con su frescura, comprensión, ingenio, falta de malicia, no hay duda de que Javi será, con el tiempo, uno de los grandes personajes cinematográficos no sólo del cine español, sino del cine en general.
Pocas veces un personaje ha reunido la ternura de este niño, sus inquietudes existenciales, su humor casi ingenuo que llenan esta historia y la completan de manera muy hermosa. Este personaje es tal y tiene fuerza por sí mismo, no como ocurre con otra cinta de buena factura Kolya en donde un eje es la relación y no el niño en sí.
Secretos del corazón es una película certera en donde la inocencia infantil nos toma de la mano para sacudirnos con su mirada hacia el amor, la soledad, la pasión, la justicia, la sabiduría, las penas existenciales y otras reflexiones profundas que no se requieren de ser explícitas para aleccionar.
Hay detalles notables: la angustia de Javi al ver el apareamiento de su perra por falta de información sexual; la observación de una araña que permanece en la bodega de vinos y su posterior destrucción en un acto de definición; el timo que hace de él y su compañerito de andanzas una niña que les cobra por mostrarles prácticamente las rodillas, cuando les habían dicho que enseñaba "todo" y eso había sido causa de expulsión del hermano mayor de Javi.
Secretos del corazón de Montxo Armendáriz demuestra por qué mereció el Gran Premió Ángel Azul para la Mejor Película Europea en el Festival Internacional de Berlín, en 1997.
*Publicado en Expreso Chiapas.
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