Brasil y DF: iniciativas de economía y cultura

DAVID SANTIAGO TOVILLA

En fechas recientes, en cables perdidos, se conocieron dos iniciativas relacionadas con la economía y la cultura. La más espectacular es la intención de entregar recursos económicos para que los más pobres de Brasil vayan, habrá casos, por primera vez al cine, al teatro o se compren libros.

La explicación de esta medida, a cargo del ministro de cultura de Brasil, detalló lo siguiente: “el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dará a doce millones de trabajadores pobres lo que se va a llamar Bolsa Cultura. Una donación mensual de cincuenta reales (dieciséis euros o trescientos cuatro pesos mexicanos al tipo de cambio de hoy) para destinar exclusivamente en actos culturales. 

La idea de Lula es que, justamente en medio de la crisis económica el gobierno pueda ofrecer 600 millones de reales para cultura popular que acabarán creando nuevos empleos. Con ello también se combatirá el apartheid cultural en Brasil donde muy pocos tienen acceso a la cultura. Sólo el 14% de los ciudadanos asisten al cine y menos del 8% al teatro o visitan museos. La nueva Bolsa Cultura pretende que también los trabajadores pobres puedan ir al cine, al teatro, a conciertos o puedan comprar un libro.”

Habrá que observar cuáles son los mecanismos para que la gente, realmente ocupe el recurso en consumo cultura, porque si hay necesidad de comer el dinero será destinado a este fin y no al acceso al mundo del arte. Populista o no, pero es una iniciativa sin igual que sólo podría provenir de un presidente que surgió de las luchas obreras en Brasil.

Otra medida relacionada por su intención de promover el consumo cultural con ayudas económicas está contenida en la nueva Ley de Fomento para la Lectura y el Libro del Distrito Federal que entró en vigor el 5 de marzo, pasado.

Igualmente sin mayor difusión, la esencia del ordenamiento es que, en el DF, ser podrá pagar el impuesto predial con libros. El artículo 20 de la nueva ley, indica: "Las personas físicas o morales que realicen donaciones de libros, revistas, fascículos, catálogos o folletos a establecimientos educativos, culturales y bibliotecas del ámbito público, gozarán de la exención del 5 por ciento del impuesto predial por el año correspondiente, por cada 100 ejemplares que se donen.”

Las autoridades capitalinas han explicado que “la ley también establece que se debe fomentar el trabajo de las empresas editoras y promover medidas para la renovación tecnológica y modernización de ese sector. 

En estos días, la Secretaría de Finanzas trabaja en la reglamentación para precisar cuándo y cómo una persona podrá tener los descuentos en el predial al donar libros. Entre los puntos que se deben aclarar está el de establecer cuál será la instancia que avalará el contenido y el estado físico de los volúmenes donados. Además, deberán definirse las cantidades máximas de ejemplares a donar del mismo texto”.

Es meritorio, que, en medio de la crisis que golpea a todos, a gobierno y sociedad, se piense en estimular la cultura.