¿Poeta y escritor?

DAVID SANTIAGO TOVILLA

Por casualidad, tuve acceso a un documento oficial en Chiapas. Como debe ser, en la parte superior, destacaba la leyenda
2009 Año del poeta y escritor Jaime Sabines. Si el poeta viviera, sería el primero en descalificar tal denominación.
El problema no es que algo se haga sino que se realice mal. Celebrar al poeta es lo menos que pueden hacer las autoridades y que el Congreso del Estado haya denominado a éste, como su año, es encomiable. Pero celebrarlo con una leyenda defectuosa y risible no es lo más adecuado.

Como toda la documentación oficial, de los tres poderes de Chiapas, irán con la citada leyenda, quiere decir que en los más distintos caminos de la vida local y nacional se presentará a nuestro estado como un lugar en donde los poetas no son escritores, o la categoría de poeta es diferente a la de escritor. Se verá a nuestra entidad, como el único lugar del mundo donde esto es posible. De risa.

El Diccionario de la Real Academia, en línea, nos arroja los siguientes resultados: 
«poeta. (Del lat. poēta, y este del gr. ποιητής). 1. com. Persona que compone obras poéticas y está dotada de las facultades necesarias para componerlas. 2. com. Persona que escribe obras poéticas». «escritor, ra.(Del lat. scriptor, -ōris).1. m. y f. Persona que escribe. 2. m. y f. Autor de obras escritas o impresas».

Esto es, si un escritor es una
«persona que escribe» y el poeta es también una «persona que escribe obras poéticas» ¿no es lo mismo, salvo que precisa el género literario al que se dedica? No existe ninguna duda, pero los diputados no se toman la molestia ni de leer el diccionario.

Evidentemente hay responsables, más bien irresponsables de lo que tramitan, sin aportar nada personal. Sin cuidar ningún detalle. El boletín emitido por la actual legislatura chiapaneca, el 20 de noviembre de 2008, detalla: 
«el Congreso del Estado aprobó la iniciativa que para declarar el 2009 como Año del poeta y escritor, presentó la Junta de Coordinación Política». Ni en la Comisión, ni en el Pleno, nadie dijo nada. Lo importante era cumplir, aunque se hiciera mal.