Lienzos de viento

DAVID TOVILLA
Para María Auxilio Ballinas, 
partícipe de esta genialidad

Producido en 2011, premiado en 2012: Lienzos de viento es un disco deslumbrante. Un material fonográfico que obliga a guardar silencio, detener cualquier actividad y concentrarse en cada segmento. Un trabajo que constituye un tesoro frente a la estridencia de la música comercial que invade la vida cotidiana.

Lienzos de viento genera un caudal de emociones. Incita, conmueve, dialoga, oficia, envuelve. El primer paso es acercarse a esta propuesta en su esencia: música. Renunciar al adjetivo “tradicional”. Como todo arte, su logro no está asociado a su temática o a su contexto. Lo central es evaluar su mérito en la ejecución. Ponderar la articulación de objetos que abandonan su individualidad para generar un momento sonoro. Distinguir qué y la calidad con que lo dice. Descubrir el canto en la combinación de instrumentos de viento y percusión.

Obras que van del minuto y medio a los casi nueve con un planteamiento irrepetible. No es la reiteración de sonidos. Tampoco la simple suma. Son variaciones para explotar el potencial de objetos y ejecutantes. Aquí la fuerza del tambor, allá el ritmo de la armónica, acá el carácter del carrizo y la flauta. La chirimía convoca, la caña responde, el silbo entreteje. “Istampita Isabella” merece destacarse como una extraordinaria pieza que remite a composiciones europeas sin reparar que se confecciona a partir de instrumentos de la música de los pueblos de Chiapas. Es de los segmentos que agigantan el disco.

El “Diálogo entre flautas” impacta por la forma en que las variedades de sonidos agudos doblegan al silencio. La “Pieza mam-Nambu ishihui uta-Canción del toro” llama la atención por el respeto de los silbidos al compás del tambor, aún cuando cada uno tiene su tiempo de plenitud. La fiesta de la comunión musical en “Mañanita”.

Un producto que puede usarse como factor de educación musical. Escucharlo es apreciar la pureza de los sonidos, asimilar el potencial inagotable de instrumentos musicales naturales, entender la capacidad de trascender una circunstancia para construir una conversación universal, observar que las motivaciones ancestrales tienen una razón estética no siempre argumentada.

Lienzos de viento sí: expuestos, desenvueltos, con generosidad compartidos, con visión dirigidos. La conjunción de la experiencia mundial del flautista Horacio Franco y el virtuosismo de Luis Hernández, Cirilo Meza y Ubaldino Villatoro. La atinada iniciativa de la empresa Puertarbor.

Tiempo, esfuerzo, talento, profesionalismo hacen que Lienzos de viento sea indispensable en cualquier fonoteca personal.

*Publicado en Revista 10, No. 171.