David Santiago Tovilla
El viernes 18 de octubre se cumplió un año del fallecimiento de Sylvia Kristel. Se marchó pero el personaje femenino que encarnó es una referencia básica en la memoria colectiva. Logró tal caracterización que Emmanuelle es, hasta nuestros dÃas, un filme clásico. Y como corresponde, en el marco del aniversario luctuoso se comercializa en México, a partir de este mes, el Blu-ray de esa imperecedera cinta.
Emmanuelle es una totalidad. Reúne todo lo que una mujer puede plantearse como ideal perfecto. Su rostro y cuerpo tienen una expresión, otra, incluso contradictoria. Es reto, invitación, abnegación, indagación, ternura, prórroga, realidad, promesa, sueño, tentación, seguridad, fragilidad; es actitud, idea, proyección, memoria; es la realización que todos anhelamos, la disposición que añoramos, la libertad que no solemos encontrar.
Es niña y hembra, experimentada y cándida, determinada y temerosa. Es lo que debe ser cuando debe serlo. Es incomparable su mirada dulce y fascinante, sus labios deseables, su sensualidad, su andar espigado, su elegancia al vestir, su fetichismo permanente en calzado y ropa interior. Es única. Es Emmanuelle- Sylvia Kristel. No otra.
Actriz y personaje son imborrables por tener la fuerza literaria como soporte. Emmanuelle partió de leyes de una nueva moral erótica. Por ejemplo, la de lo insólito: “Al menos lo que rompe con la costumbre. Un placer deja de tener calidad artÃstica si es un placer habitual. Sólo tiene valor lo banal, lo excepcional, lo inusitado: “lo que jamás se verá dos veces”. Sólo lo insólito es verdaderamente erótico”.
Mujer e idea se funden en una filosofÃa: “El erotismo, ese triunfo del sueño sobre la naturaleza, es el más alto refugio del espÃritu de la poesÃa, porque niega lo imposible. Es el hombre, que lo puede todo. El erotismo, inmediatamente, hace de esta invención del sueño una realidad. El erotismo es, como toda moral, un esfuerzo del hombre para oponerse a la naturaleza, superarla, ir más allá de ella.
"El hombre sólo es hombre en la medida que hace de sà mismo un animal desnaturalizado, y que es más hombre cuanto más se separa de la naturaleza. El erotismo, el talento más humano de los hombres, no es lo contrario al amor, es lo contrario de la naturaleza. El único arte que está a la altura del hombre del espacio, el único capaz de conducirle más allá de las estrellas, asà como las figuras de ocre y de humo abriendo al futuro los muros de sus cavernas es el erotismo. ¿Existe un arte más penetrante que el que toma al cuerpo humano, convirtiendo esta obra de la naturaleza en su propia obra desnaturalizada?”
Sin duda Sylvia Kristel continuará la suma de adeptos hacia Emmanuelle. La mancuerna es irrepetible, imperecedera, inigualable.
Sin duda Sylvia Kristel continuará la suma de adeptos hacia Emmanuelle. La mancuerna es irrepetible, imperecedera, inigualable.
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