"Demencia digit@l" de Manfred Spitzer


David Santiago Tovilla

Desde este espacio hemos planteado la necesidad de actualizar nuestro entorno hacia las nuevas tendencias tecnológicas. Los medios digitales se han incorporado a la cultura. Son, hacen y transmiten información cultural. Esto obliga, en mayor razón, a enriquecer la experiencia artística con ellos. El uso es lo que hemos promovido. 

El doctor Manfred Spitzer lanza una alerta sobre el abuso, en su libro Demencia digit@l: “La demencia es algo más que solo la falta de memoria. Se trata mucho más de capacidad intelectual, de pensar, de capacidad crítica, de visión panorámica en la espesura de la avalancha de informaciones”.

El libro de Spitzer se ha colocado en el centro del debate en su natal Alemania y una editorial española se encargó de ponerlo a disposición del público lector en castellano. Es una reflexión sobre las consecuencias negativas para el cerebro que tiene todo procesado, a la mano, sin el menor esfuerzo; en suma, lo que las nuevas tecnologías propician: pereza intelectual. 

El autor aclara una y otra vez que él utiliza las herramientas tecnológicas. Sin embargo, su encuentro profesional cotidiano con casos de adicción al internet fue fundamental para escribir el volumen y los términos en que aborda el tema.


Hace algunos años, se calificaba como analfabeto tecnológico a quien no sabía utilizar una computadora. Hoy, es un vago recuerdo porque las tabletas, teléfonos, dispensadores de boletos y hasta de facturas, han creado un mundo en que la actualización tecnológica es necesaria para vivir en la cotidianidad. 

Hoy, el alfabeto digital es quien conoce los tres sistemas operativos en boga: el OSX de Mac, el Windows de Microsoft y el Android. Moverse en cualquiera de las plataformas es indispensable. Eso es conocimiento. Muy diferente es limitar la utilidad y dependencia tecnológica al acceso a juegos, chats, mensajería. Hoy, las redes sociales han creado especialistas de cualquier tema pero sin lecturas, investigación o profesionalización. 

La lectura es una damnificada de la tecnología. Se convive, dialoga y pretende debatir con fundamento en un tuit y en un anotación. Sin embargo, la contundente realidad es que en las redes sociales trasciende y repite lo inmediato, no las grandes reflexiones de la humanidad. No es un gran descubrimiento decir que se pueden pasar muchas horas en el teléfono, la computadora o la tableta y ninguna en lectura formal, aún de libros electrónicos o revistas digitales. 

Demencia digit@l recupera un estudio del 2009, en Estados Unidos, en cuanto al consumo por día: televisión, cuatro horas y media; ordenador, dos horas y media; videojuegos, hora y cuarto; libros y revistas, treinta minutos.

Manfred Spitzer postula: “Los medios digitales son parte de nuestra cultura. Incrementan nuestra productividad, nos facilitan la existencia y son un gran factor de entretenimiento. Todo nuestro mundo modero, desde el abastecimiento de los alimentos pasando por la movilidad y la administración, hasta llegar a la medicina, se resquebrajarían sin el procesamiento digital de la información. Por tanto, no se trata de luchar contra él, ni siquiera de abolirla. 

"Sin embargo, sabemos también que los medios digitales poseen una elevada capacidad para crear adicción y que, a la larga, dañan el cuerpo (estrés, insomnio, sobrepeso, con todos sus efectos secundarios) y, sobre todo, la mente. El cerebro se atrofia porque no se le utiliza a pleno rendimiento, el estrés destruye las neuronas, y las células que nacen no sobreviven porque no son utilizadas. 

"La demencia digital se caracteriza esencialmente por la incapacidad creciente de utilizar y de controlar a gran escala los logros mentales, como por ejemplo, pensar, tener voluntad, actuar, en el saber qué está pasando en un momento dado, dónde está uno y por último incluso quién es uno.”

Demencia digit@l es un libro que proporciona elementos para la discusión sobre los riesgos colaterales en las nuevas tecnologías. Su mérito no está en la redacción que es típica de alguien enfocado a asuntos técnicos. 

Lo valioso es la demostración de sus planteamientos desde una perspectiva diferente a lo estandarizado. Para discutir el tema, como debe ser, con lecturas fundamentadas no con repetición de afirmaciones de otros.