Museos y nuevas tecnologías 2015

Foto de Una Laurencic
David Tovilla

Revista 10. Número 279

En mayo de 2013, se comentó en este espacio (Revista 10. Número 180) el primer estudio de Acción Cultural Española que busca documentar el impacto de las nuevas tecnologías en la cultura. Dos años después, como parte de su Anuario de cultura digital, presenta la evolución registrada por los museos, en veinticuatro meses, frente a las nuevas tecnologías. 

La presentación oficial se realiza este martes 28 de abril en el Museo de Santa Clara de Bogotá, en Colombia, en el marco de la Feria Internacional de ese país.

Del mismo modo que en aquella ocasión, se recuperan algunos subrayados de este novísimo texto:

 “Hoy día las personas interesadas en museos no solo quieren pasear por sus salas, ver, estar, ser sujetos pasivos. Están reclamando ser partícipes de la construcción de los relatos que el museo genera, formar parte de lo que está ocurriendo, ya que el museo forma parte de su realidad e identidad. La tecnología nos abre una puerta excelente para personalizar la visita, hacerla inmersiva y compartida. Las instituciones consiguen con su uso un museo más social.

“Los sitios web se constituyen como destinos en sí mismos, siendo lugares en los que colaborar y elaborar contenidos conjuntos, acceder a información relacionada, emitir comentarios, descargar imágenes y catálogos, consultar los fondos museísticos y bibliográficos, realizar visitas virtuales a las exposiciones y un gran etcétera. Todo ello consigue que la institución cobre vida más allá de las paredes, principalmente en la pre y pos-visita.

“La digitalización de contenidos bibliográficos e imágenes es una cuestión candente en la actualidad para todos los museos que están usando la tecnología web. Estar en la Red tiene como objetivo principal acercar las instituciones a un público global, que puede encontrarse en cualquier parte del mundo. Por ello, la única forma de acceder a los objetos de las colecciones es a través de las fotografías, y la manera de obtener información verídica y fiable es gracias a los documentos generados sobre las colecciones.

“Los museos, ahora más que nunca, son lugares de aprendizaje, espacios en los que compartir y vivir momentos únicos. Las instituciones están cambiando su mentalidad, y en la actualidad entre sus objetivos de hacer del museo un lugar más social y experiencial, conseguir satisfacer las necesidades de los visitantes y tentarlos a volver. 

"Para ello, la innovación, tanto en contenidos como en tecnologías, es una baza que juega un importante papel a su favor. No se trata de reemplazar la visita a las instalaciones del museo. Muy lejos de este miedo, que en un principio muchos museos declararon tener, hoy se ha comprobado que estas tecnologías pueden hacer de la visita algo sorprendente.

“La tecnología móvil ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con los contenidos de los museos, por lo que cualquier con un terminar puede considerarse como audiencia potencial. El factor clave del uso de las aplicaciones es el aumento de la interacción, la personalización (ya que los dispositivos son personales, íntimos) y la participación. El usuario ya no es un público pasivo. Se relaciona con las obras y los contenidos de forma creativa, seleccionando y elaborando narrativas. Por ello, el éxito de una app en el museo pasa, sin lugar a dudas, por el conocimiento de los públicos y de sus necesidades en relación a la misión de la institución y por la capacidad de aportar una visita verdaderamente enriquecida y de aprendizaje.

“Los códigos QR han sido implementados desde muy temprano por museos e instituciones culturales. La prueba está en el alto índice de museos que afirman usarlo: el 42% de los museos españoles y, por ejemplo, el 63% en el Reino Unido.

“Más allá del uso común y diario con que algunas aplicaciones suelen desarrollarse alrededor de la geolocalización, algunas instituciones están haciendo uso de ella tanto en exteriores como en interiores. Por ejemplo, en The Art Institute of Chicago han creado una aplicación móvil con un GPS interno que guía al visitante a través de cincuenta rugas diferentes y personalizadas por todos los espacios del museo y sus obras. 

"Esto es posible a través de la red wifi abierta del museo. Con esta aplicación se pueden conocer rincones desconocidos del museo y profundizar en el conocimiento de las obras expuestas. Esto no busca sino una mayor accesibilidad e interacción entre museo y visitantes.

“El paso siguiente a la geolocalización en cuanto a tecnología han sido los llamados beacons (“sensores”, traducidos literalmente. Se trata de un tipo de tecnología de bajo consumo que son sensores de potencia vía Bluetooth que se incorporan a los objetos físicos y pueden detectar la presencia activa de los visitantes de cualquier tipo de institución cultural gracias a una app móvil específica para ello. Esta aplicación ofrecería información actualizada en todo momento según la distancia a la que se esté de los beacons colocados estratégicamente en el espacio.

 “En la actualidad, en el mundo global en el que vivimos, lo colaborativo, la inteligencia colectiva, la participación de cada uno de nosotros como ciudadanos interconectados capaces de contribuir y consumir, de aportar valor, de seleccionar, de gestionar información y conocimiento, es el gran cambio de paradigma propiciado por la tecnología que se debe asumir, por supuesto, también desde los museos e instituciones afines.”

El documento, igual que el del 2013, es un recuento pormenorizado de los museos que han emprendido la transformación tecnológica para entrar en otra dinámica con los receptores. Avances como el uso de inteligencia artificial y robots como el utilizado en el Deutsches Museum de Bonn que sirve de guía a los visitantes. 

O bien el caso del Museo de la Ciencia de Londres que utiliza la tecnología 3D para sus seiscientos objetos impresos sobre la industria, la medicina, el cuerpo humano o medicamentos. La revisión es exhaustiva: MoMa, Tate, Rijksmuseum, Van Gogh Museum, Museo del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza, Andy Warhol Museum, Louvre, Palacio de Bellas Artes, entre muchos.

No existe ningún otro documento que proporcione esta panorámica actual, comparativa, extensa sobre el impacto tecnológico en la cultura. El mundo es otro al de hace apenas un lustro. Los museos del mundo son la mejor prueba de ello. El documento completo de casi cuatrocientas páginas está disponible en el portal dosdoce.com.