Filminlatino.mx

Fotografía: Atul Vinayak

David Santiago Tovilla

Revista 10. Número 303

 El cine es, ahora, un gusto generalizado. El tiempo libre se invierte en el consumo de alguna película. Hasta los viajes por tierra se disminuyen con una cinta. Las películas se han convertido hasta en nanas sustitutas para los infantes. La presencia de los largometrajes es proporcional al acceso de la gente a cualquier equipo con capacidad de reproducción audiovisual, hasta en los teléfonos de gran tamaño.

Si bien los estrenos más promocionados del cine comercial, aún convocan grandes colas y llenos en una multiplicidad de horarios, el consumo mayoritario se hace de manera particular. El mercado informal, ilegal, de materiales cinematográficos no decrece porque la demanda es sostenida, permanente, creciente. Pero en la base de la individualización del acceso al cine estuvieron: primero, la posibilidad de tenerlos en soportes en realidad manipulables: del videotape, después el DVD-Blu Ray y, ahora, el USB.

Sin embargo, en un mundo en conectividad progresiva, también cambió el modo de consumo audiovisual. Cada vez es mayor la producción de teleseries. Son más las casas productoras, canales, empresas que acuden a este segmento para posicionarse. Ahí está El señor de los cielos, de Telemundo, que es vista por gente de todos los grados escolares y se consume en las nuevas emisiones del canal productor, sus repeticiones o bien en un paquete de discos formales o informales. 

Es impresionante la capacidad de penetración y cosecha de adeptos que tiene. Otro segmento, le observa en sitios como Netflix , que también vino a cambiar la actitud pasiva del espectador ante lo que otros deseen darle y cuando quieran ponérselo, para retomar su capacidad de elección en un servicio a la carta.

La recepción en automático quedó en el pasado. El cable para ver películas empieza a estar demás. Más bien, se reduce a ser útil por los servicios informativos y canales alternativos. Hasta la televisión abierta puede verse ya en una resolución mayor a la televisión de paga.

Lo actual, por tanto, es consumir en línea. El gran problema era que en todos lados había lo mismo: en las salas de cine, en el “streaming” o en línea, en la piratería. Desde cualquier ángulo se alimentaba el círculo vicioso: lo de mayor consumo es un tipo de cine comercial, plano, en el que prevalece el entretenimiento; es así porque en éste se ha educado al ser la única posibilidad y el acceso fácil.

Frente a eso, encontrar un portal como filminlatino.mx es un gran suceso. Debe difundirse para que tenga suscriptores, éxito, en beneficio de todos. Es la alternativa cultural ante la aridez cinematográfica cotidiana, antes casi imposible de vencer. Quien desee conocer cine de calidad tiene que acudir a este sitio. Y, como lo dice Jonathan Saldaña en uno de sus materiales: cualquiera que se precie de entender y conocer al cine mexicano de hoy, tendrá que pasar por Filminlatino. 

Trabajos como Workers, Los insólitos peces gato, Año uña o El violín, están ahí. Poco menos de mil películas seleccionadas, casi para ver al azar, tanto en novedades, como clásicos y series. Agrupadas por temas o hasta directores. Hay un catálogo patrocinado por el Instituto Mexicano de Cinematografía que permite ver gratis noventa y dos títulos. Fuera de eso, por lo general, el costo es de diecinueve pesos por ver, hasta en cuarenta y ocho horas, una película; aunque muchas de ellas son también gratis si se adquiere la suscripción, que por estos días promocionan en cincuenta pesos el mes.

No debe quedarse la idea de que sólo hay cine mexicano. Hay variedad del cine de arte mundial que, pueden llegar a circuitos como la Cineteca Nacional, los festivales de Morelia o Los cabos , la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por ejemplo, sólo en Filminlatino puede verse la película sobre la escritora Violette Leduc, de Martin Provost, estrenada en Francia en 2013.

Bueno, las opciones cinematográfica son el gran atractivo, pero uno solo de los materiales de Filminlatino vale la pena la suscripción. En el segmento de las series está La historia del cine, de Mark Cousins, estrenada este año y presentada de este modo: “Es "una orgía de historia cinematográfica de 15 horas de duración" según Indiewire, "un semestre de estudios cinematográficos en 15 intensos episodios" según New York Times, también la más completa revisión de la Historia del Cine realizada en los últimos años según todo aquel que la ha podido descubrir y disfrutar. 

"The Story of Film: una odisea" te cuenta la épica historia sobre la evolución del cine, como nunca te la contaron, a través de una apasionante mirada, a la vez global y personal, que recorre los más de 100 años de historia del cine de forma rigurosa y absolutamente imaginativa, partiendo desde un prisma reveladoramente insólito que repasa hitos, descubre cinematografías exóticas, y establece relaciones entre autores de todas las épocas. Ha sido emitida con éxito de audiencia en el Reino Unido a través de Channel 4 así como estrenada íntegramente en el último Festival de Toronto, o proyectada hace apenas unas semanas en el Museo de Arte Moderdno (MoMa) de Nueva York”.

Se repite, sin la menor duda: Filminlatino es el acontecimiento para la desolación cinematográfico de estados como Chiapas. A suscribirse, sin pensarlo…