Traducciones, versiones


David Santiago Tovilla

Revista 10. Número 317

Un gran paso es incorporar un título al acervo personal. Pero leer es inversión de tiempo. Es lo que menos pueden atesorar y más escapárseles a los seres humanos. Por eso, también, hay que indagar sobre las versiones o traducciones de esas obras que convocan a sus lectores. Para consumir aquellos textos más idénticos a la ideas originales expuestas por el autor. 

Hay materiales que han pasado de un idioma a otro hasta llegar al español. Hoy, es posible indagar y conseguir los mejores trabajos de traducción que permitan apreciar un texto en su verdadera dimensión. Una adelantada versión en la lectura o relectura de un clásico puede influir en la comprensión.

Véase un ejemplo. El clásico del erotismo: La Venus de las pieles de Leopold Von Sacher-Masoch, se encuentra en una edición popular, en la editorial Axial. El volumen, de 2008, es traducido por Bernaldo de Quiroz. Una alocución, casi final del personaje Wanda, dice: “Tan sólo por el placer –respondió ella con aire huraño. La vida sólo vale por el placer; quien lo goza, deja la vida con pena; el que sufre, saluda a la muerte como amiga. 

"Pero quien pretende gozar, tiene que tomar la vida en el sentido antiguo, sin avergonzarse de caer en la disipación, incluso a expensas de otro; debe ser siempre despiadado; debe uncir a los otros a su carro o su arado, como bestias de carga. A los hombres que, como éste, experimentan voluptuosidad y placer en la esclavitud, felices en ella y compartiendo las alegrías que causa, no les pidan ir libremente a la muerte. 

"Su amo debe decirse: “Si me tuviera en su mano, como yo lo tengo, haría lo mismo conmigo y tendría que pagar su placer con mi sudor, con mi sangre, acaso con mi alma”. Así era el mundo antiguo: placer y crueldad, libertad y esclavitud han existido juntos”.

En 2015, se publicó la antología Los dominios de Venus, por la editorial Siruela. El texto citado en el párrafo anterior, de Sacher-Masoch, es uno de los ocho relatos incluidos. Aquí, la traducción es directa del alemán por Andrés Sánchez Pascual. El mismo trozo dice: “Únicamente ansiosa de placeres –ha respondido con salvaje humor-; el placer es lo único que hace valiosa la existencia. 

"A la persona que goza se le hace difícil dejar la vida; en cambio la persona que sufre o vive en la indigencia saluda a la muerte como una amiga. Quien desee tener placeres ha de tomar la vida con jovialidad, en el sentido de la Antigüedad; no ha de temer jamás disfrutar a costa de los demás; no le es lícito tener piedad; ha de uncir a otros a su carro, a su arado, como bestias; ha de convertir en esclavos suyos a seres humanos que tienen sentimientos y que quisieran gozar como él; ha de aprovecharse de ellos poniéndolos a su servicio, y hacerlo sin sentir remordimientos, sólo alegría. 

"Nunca ha de olvidar que si los otros lo tuviesen a él en sus manos, tal como él los tiene a ellos en las suyas, harían con él lo mismo. Y entonces él tendría que pagar con su sudor, con su sangre, con su alma, los placeres de los otros. Así fue el mundo de los hombres de la Antigüedad; siempre han ido juntos el goce y la crueldad, la libertad y la esclavitud”.

¿Qué va de “respondió ella con aire huraño” a “respondido con salvaje humor”? El primer texto es como abrupto, cortado; el segundo es hilado, fluido. Aquí puede distinguirse una diferencia. El apunte de Quiroz es más una traducción literal: trasladar al español. El escrito de Sánchez Pascual es una versión a este idioma: más valioso por su integralidad y capacidad comunicativa. Así que puede concluirse: no basta leer; si es posible, hay que hacerlo en las modernas versiones y ediciones especiales.