Móviles (II)

Fotografía Igor Starkov

David Santiago Tovilla

En 2016, el principal consumo de videos sexuales se realiza desde el móvil. Fue la conclusión del apunte anterior, sobre la base de la encuesta anual del sitio Pornhub. Si alguien desconfió de la encuesta presentada por un portal “porno”, en días posteriores se difundieron dos estudios sobre el uso de tecnologías en México: uno oficial y otro de la iniciativa privada.

El 14 de marzo de 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2015. El dato, sobre el tema que nos ocupa, indica: “El predominio del ámbito urbano en el uso de las tecnologías digitales se confirma con los resultados sobre telefonía celular e Internet. Para las ciudades en estudio, el 79.6 por ciento de los individuos de seis años o mayores se declararon como usuarios de telefonía celular, mientras que el promedio de los que declararon navegar por Internet resultó del 70.7 por ciento.

“Sin duda que la telefonía celular es el servicio que mayor aceptación ha encontrado entre la población en general. A nivel nacional, el 71.5 por ciento es usuaria del mismo. En cinco entidades, la proporción es superior al 80.0 por ciento: Quintana Roo, Sinaloa, Baja California, Sonora y Baja California Sur. Y solo en cuatro entidades este valor es inferior a 60.0 por ciento: Puebla, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. 

Considerando los principales usos de Internet que capta la encuesta se obtuvo que el 88.7 por ciento de los usuarios de internet lo emplearon para obtener información de carácter general, el 84.1 por ciento para comunicarse, ya sea a través de mensajería o correo electrónico, el 76.6 por ciento para acceder a contenidos audiovisuales y el 71.5 por ciento para acceder a redes sociales.”

En conclusión: Porhub habló del 52.9% de consumidores de videos, en celulares, en el mundo y del 60% para el caso de México. El INEGI indica que alcanza el 71.5% el uso de celular y el 76.6% que utiliza su acceso a internet para consumo audiovisual. La tendencia presentada por la institución valida el otro caso.

Cuatro días antes, el 10 de marzo, el Interactive Advertising Bureau (IAB)-México presentó la octava edición del Estudio de Medios y Dispositivos entre Internautas Mexicanos. Los resultados son coincidentes: “En 2015, el internauta mexicano mantiene su conexión a Internet a través de diferentes puntos de contacto a lo largo del día desde distintos lugares. Por primera vez, resultados de este estudio muestran que los usuarios mexicanos poseen más smartphones (74%) y es el dispositivo en donde más se conectan (68%). 36% de los internautas mexicanos no puede salir de su casa sin sus dispositivos móviles al sentirse incomunicado.

“La relación entre los usuarios y el video online es cada vez más estrecha, prefieren verlos entre 6 y 9 pm. El tipo de contenido en video que prefieren ver varía por el tipo de dispositivo, por ejemplo: en laptop principalmente prefieren ver películas y tutoriales, en computadora de escritorio ven películas, mientras que en smartphone ven con mayor frecuencia videos hechos por usuarios. 84% declara que Internet forma parte de su vida cotidiana, 87% que disfruta utilizarlo y 89% que lo mantiene actualizado”.

 De nuevo: Pornhub: 60%, IAB México: 68%. Los móviles se han consolidado como la plataforma de comunicación que debe ser considerada en la publicidad y la comunicación actual. Estos datos son esenciales para entender las prácticas sociales, culturales –y esto incluye las sexuales- del siglo XXI. Como bien lo señala Ezequiel Viéitez, en su colaboración para el diario argentino El Clarín, del pasado 12 de marzo: “Las plataformas digitales desdibujaron los límites: el sexo está disponible las 24 horas y cada vez ocupa más tiempo en la vida de la gente. Los límites geográficos se volvieron relativos.

“Un videochat subido de tono, a través de una tablet o de un celular con cámara, puede darse aunque los protagonistas estén a miles de kilómetros de distancia. Las fronteras entre “lo virtual” y “lo real” se hicieron, así, permeables. Y tienden a caerse. “No hay duda de que son cada vez más las personas que practican sexting”, dice el sexólogo Patricio Gómez Di Leva. El sexting se define como la práctica de enviarse contenido sexual explícito a través de dispositivos electrónicos. 

Amplía: “El avance de la tecnología impacta en todas las áreas de nuestra vida y la sexualidad no está quedando afuera. Siempre le digo a mis pacientes que la sexualidad se empobrece cuando dejamos de jugar y al sexting lo interpreto como un juego sexual que ayuda a calentar las relaciones y puede ser parte de los juegos previos necesarios para que un encuentro se concrete. Puede ser un buen medio para desarrollar la creatividad sexual”. La tecnología potencia cambios en la cultura que comenzaron hace décadas y continúan. Algunos académicos denominan al proceso como la “erotización de la vida cotidiana”.

La telefonía móvil aún dará mucho para la vida cotidiana, sobre todo cuando, este año, se empezaron a reordenar los espectros radioeléctricos para mejorar la transmisión de datos.