“Indicios línea Malinali” de Sergio Arriaga


DAVID TOVILLA

El trabajo se refleja. La búsqueda comunicacional se consigna. El empeño por lograr un producto original se alcanza. El objetivo de exhibir una propuesta clara se consigue. Es Indicios línea Malinali, de Sergio Arriaga, en la sala ESAY del Museo Fernando García Ponce-MACAY.

Cada uno de los veintiún cuadros, obliga al espectador a permanecer algún tiempo frente a ellos. El planteamiento retiene. Hay que observar formas, áreas ilustradas, matices de color. Arriaga debe estar satisfecho porque su obra genera interacción. Dice que ahí existe algo. Aún en el blanco, coloca sus indicios.


Constreñido sólo por el marco de madera, el grafito y el yeso se prestan para constituir un significante. Presencia humana, artística. Testimonio decisivo. Un apunte hecho con materiales diferentes a la escritura y cercano a los ancestrales. De gran formato o pequeño, cada totalidad visual proporciona, en efecto, una huella en una circunstancia. 

Aquí estuvo, está y estará, en esta línea de cuadros de la misma proporción. Una pausa en la quietud, en donde los poros del material participan; un hundimiento que crispa la mitad de la superficie y mueve hacia sí; una especie de lunar encapsulado; una cabellera aislada; un canal al centro como gran protagonista; los pequeños relieves sobra la superficie grisácea; un punto amplificado del microscopio. Tantas asociaciones como experiencias de vida se tienen.


“Indicios 2” motiva a dedicarle más tiempo. Es una obra completa, bien articulada, resuelta con talento. Nada le falta. Sí, sus límites son el gran cuadrado de la superficie blanca, pero puede crearse otro submundo circular. Dentro de éste hay diversidad de vestigios: la suavidad de la brocha para dar matices tenues, en contraste con la tosquedad de las líneas-surcos; los desprendimientos frente a las costras de materiales; una fragmento acentuado en negro que lejos de desequilibrar el conjunto está integrado y le da soporte. Gran trabajo.

Sergio Arriaga proporciona una variedad de motivos. Ahí se acude a observar y explorar en uno mismo. A conectarse con esas trazas para compartir la búsqueda, para hurgar en lo sensorial e intelectual a partir de lo visual.

Indicios línea Malinali y su autor tienen un planteamiento que merece darle seguimiento.