FotografÃa: Benjamin lehman |
DAVID SANTIAGO TOVILLA
Tiene tiempo que buenas noticias no provienen de Chiapas. Sacuden las muertes porque todas son un recordatorio de la vulnerabilidad de la propia existencia. Indignan cuando los asesinados son ejemplares en su compromiso con la vida. Conmueven porque los ultimados se distinguÃan por ser buenas personas.
Horacio Meléndez fue asesinado en diciembre. Siempre entusiasta. Puntual participante de la vida cultural de la localidad. A Lacho solo puede recordársele en su afabilidad, su don de gente.
Sinar Corzo fue muerto hace unas horas. Vigoroso, estridente, sincero. Valiente y decidido. Conocedor de la dimensión social de las palabras. Demócrata y profeta en su tierra.
Nadie puede acostumbrarse a esto. La cobardÃa y la vileza no pueden sustituir a estos seres humanos memorables.
Hoy, falta Sinar... Estas ausencias subrayan que, también desde hace tiempo, Chiapas está incompleto...
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