Pink Floyd y el Himno de los fusileros de Ucrania

DAVID SANTIAGO TOVILLA

La poderosa fuerza de la música se activó una vez más. Ahora, en Ucrania. Un gran impulso para la solidaridad con ese país será la recaudación emprendida por Pink Floyd. La banda británica sorprendió al mundo, el 7 de abril, con el lanzamiento de la melodía Hey Hey Rise Up, después de casi tres décadas de no hacerlo.

En el video, se aprecian: primero, el sonido del motor de una tanqueta; después, el estruendo del impacto de un misil. Le sigue un pequeño coro introductorio. Un batacazo de Nick Mason arranca los sonidos de la batería característica del sonido Floyd. Ingresa la entonación emocionada, categórica, de un ciudadano combatiente: interpreta un himno local. Enseguida, un solo de la guitarra de David Gilmour: inconfundible, inigualable por ser su identidad. Unos rasgueos que firman, con todo lo que representa el grupo, la solidaridad con los ucranianos ante la cada vez más cruel e inhumana invasión rusa. Casi cuatro minutos de un pletórico alarido musical.

Pink Floyd logra la visibilidad en horas. Casi siete millones de vistas en YouTube, al momento de escribir estas líneas. Todo cuenta y más cuando la totalidad de las ganancias será para ayuda humanitaria de Ucrania.

Los británicos decidieron acompañar, desde la música, a Andriy Khlyvnyuk, líder de grupo ucraniano Boombox, quien renunció a su gira por Estados Unidos para incorporarse a la defensa militar de su país. El 27 de febrero, Khlyvnyuk subió a su Instagramun material de impacto: pertrechado con su arma para la guerra, frente a una iglesia en una plaza ucraniana, canta a capela un fragmento de la canción Oi tu luzi chervona kalyna.

La composición, que tiene más de un siglo, se le conoce también como Himno del Ejército Insurgente Ucraniano o Himno de los fusileros de Sich, a raíz de la lucha, en aquella época, para formar el Estado ucraniano. En occidente no puede entenderse mucho; para los ucranianos todo lo contrario. Puede equipararse al Bella ciao, himno de la resistencia antifascista que la serie La casa de papel popularizó para las generaciones actuales.

            Los treinta y cinco segundos de Khlyvnyuk generaron un movimiento musical. La iniciativa de incorporar el material de la red social, musicalizarlo y subirlo a todas las plataformas a la mano para recaudar fondos, fue de The Kiffness, desde Sudáfrica. Army Remix fue lanzada el 4 de marzo. El autor escribió entonces: «¡La respuesta a esta canción ha sido increíble! En sólo un día, acumuló más de $7000 en regalías de Facebook, Bandcamp y Youtube. Es para mí un gran placer destinar todo eso a la ayuda de Ucrania».

            El 5 de marzo la artista ucraniana Eileen interpreta la pieza completa y suma su hermosa voz a la recaudación. De forma paralela, diversos colectivos de artistasy estudiantesempiezan a realizar videos para hacer más estruendosa la campaña de The Kiffness.

El día 29, la artista Marlaine Maasdifundió una versión propia, con un pronunciamiento: «¡La música y el amor son nuestros lenguajes comunes! Esta canción me conmovió profunda y definitivamente, levantó mi espíritu. Entonces, tuve la idea de hacer una versión europea de la misma para que muchas más personas pudieran entender el alma de la canción, con la esperanza de mover sus mentes también. ¡Todas las regalías de esta canción se utilizarán para apoyar a Ucrania, por supuesto!».

Oi tu luzi chervona kalyna prendió en Ucrania y luego en Europa. Con el mes de abril, llegó Pink Floyd para estrellarla contra Rusia frente al mundo, como lo declararon en su Twitter oficial al presentar la melodía: «Nosotros, como muchos, hemos estado sintiendo la furia y la frustración de este acto vil de un país independiente, pacífico y democrático que ha sido invadido y cuyo pueblo ha sido asesinado por una de las principales potencias mundiales. Todas las ganancias de la canción se destinarán a la ayuda humanitaria de Ucrania».

La estremecedora Hey Hey Rise Up está, ahora, en todos los espacios de comunicación del planeta. Pero su vitalidad y trascendencia está más allá de su estreno por uno de los grupos más mediáticos. Oi tu luzi chervona kalynaforma parte del sustrato cultural ucraniano, al grado que el racimo de bayas denominado «kalyna» es distintivo de la milicia ucraniana. Ahora, arreglado por Pink Floyd con la voz de Andriy Khlyvnyuk, circula por el orbe el enérgico himno que emprendió un movimiento musical para mover a la solidaridad con Ucrania:

Oh, en el prado una kalyna roja se ha agachado,

por alguna razón, nuestra gloriosa Ucrania está afligida.

 

Y tomaremos esa kalyna roja y la levantaremos,

y animaremos a nuestra gloriosa Ucrania, ¡hey, hey!

 

Y tomaremos esa kalyna roja y la levantaremos,

y animaremos a nuestra gloriosa Ucrania, ¡hey, hey!