La casa del dragón y El señor de los anillos: los anillos del poder son estrenos apabullantes, por estos dÃas, en las principales plataformas de consumo doméstico.
La
primera, acapara elogios porque coloca
de nuevo a la casa productora en la cima de los estándares para hacer
televisión. De la segunda se destaca su calidad y esplendor
visual concebida para la reproducción en pantallas hogareñas de gran tamaño.
Estruendoso es el arranque de ambas producciones en las
plataformas comerciales, populares. Son producciones que deben verse porque se
convierten en referentes culturales. Pero hay vida más allá de ellas. Existen
otros espacios para enriquecerse con otras perspectivas y expresiones que no
suelen masificarse.
Una
alternativa es Retina Latina que ofrece un cine para aprender, entender
y no olvidar.
Instruirse sobre lo
importante para personas y sociedades de otros lugares: una invitación a salir
de la inmediatez, del cerco de la repetición y la palabrerÃa monótona.
Ubicar los temas de la
gente que llegan a ser similares, en la forma, a las realidades locales.
Plantearse los esfuerzos de vida de otros.
Recordar lo que
individuos y colectivos han construido o aportado. Mantener la información de
razones y causas. Preservar voces y testimonios de acciones, pasos, momentos.
Se
le encuentra en retinalatina.org.
Es una iniciativa cultural de Colombia, con la participación de instituciones
cinematográficas de Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay y México.
Es
impulsada por el Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la UNESCO.
No tiene un fin comercial: es más importante la difusión de muchos trabajos que
no llegan a las salas o tienen un paso efÃmero. Materiales valiosos cuyas
limitaciones de distribución les mantiene desaprovechados.
Retina Latina puede
disfrutarse en una aplicación para teléfonos en Android y Apple. La plataforma
móvil es funcional, de acceso inmediato a las pelÃculas, organizadas en bloques
como: novedades, tráileres, “los niños y los jóvenes se toman el cine”, “Cine
para conocer y cuidar el medio ambiente”, “En la diversidad nos reconocemos”.
Desde
luego, también puede ingresarse desde una computadora. Ambas modalidades
difieren en la manera de presentar los bloques. Por ejemplo, en el sitio web se
alude a materiales presentados en el contexto del Festival Internacional de
Cine de Guayaquil, celebrado en la última semana de agosto. Esto no se
muestra en la versión para celulares.
Lo
más importante es la opción de encontrar y apreciar, de manera gratuita, trabajos
distinguidos por su contenido. Como ocurre en otras plataformas, hay materiales
temporales. Algunos ya han vencido sus fechas, pero aún, por fortuna,
permanecen.
Un
largometraje documental que llama la atención y, se indica, sólo estará hasta
el 26 de septiembre es: Mujer. Se va la
vida, compañera… Un audiovisual mexicano sobre un
memorable cantante de un movimiento musical que se conoció como Canto Nuevo:
León Chávez Teixeiro. Ahora, de 86 años, cuando se realizaron las grabaciones
cumplÃa 80años de edad. Sorprende la sonoridad de su caracterÃstica voz.
Teixeiro
es un músico de tocadas en movimientos populares. Su canción más famosa es la
que da nombre al documental. Alude a la rutina de las mujeres de los barrios.
Antes de que se inventara el término storytelling, él ya lo aplicaba en
sus canciones.
Y
él cuenta historias como la de un ama de casa que «abrió los ojos… Se echó un
vestido… Se fue despacio a la cocina… Estaba oscuro… Sin hacer ruido… Prendió
la estufa y a la rutina… Sintió el silencio como un apuro… Todo empezaba en el
desayuno».
Desarrolla
toda la jornada, a detalle, para concluir que «se va la vida, se va al agujero…
Como la mugre en el lavadero».
Primero
Amparo Ochoa, en su ámbito, hizo famosa la pieza. Después, fue incorporada al
repertorio de Gabino Palomares, quien siempre, en cualquier presentación dio el
crédito a su compositor: León Chávez. Pero nadie, en absoluto, la interpreta
como él mismo: con el timbre de su voz y el vigor de su guitarra.
Su
álbum De nuevo otra vez es de la mejor del canto mexicano que existe.
Ese disco que, por encima de todo es música, hace imperecedero a Teixeiro. Su
segunda canción famosa: «Cipriano Hernández MartÃnez», es una tonada de rock
clásico impresionante.
El
trabajo dirigido por Mariana Xochiquétzal Rivera GarcÃa es más que meritorio: era
necesario, oportuno, asà como lo recuperaron: como parte de las
reivindicaciones de tres mujeres: la anciana que lucha por el agua, la
costurera sobreviviente del sismo de 1985, la madre soltera desalojada y en
resistencia por una vivienda.
Mujer.
Se va la vida, compañera… permitirá conservar a León Chávez
Teixeiro para las próximas generaciones que podrán conocer la contundencia y
vigencia de las letras, en sus rolas, en un México que sólo cambia para
empeorar, como cuando dice: «La mentira es
Otro
material que puede destacarse es el cortometraje, también de México, de Perla
MarÃa Gutiérrez: A Colores. Realiza el registro de momentos de la vida
de una joven anarco-roquera.
Alexa
dejó su tierra natal por la lacerante circunstancia prevaleciente: «Las mujeres,
en Sinaloa, no creas que valemos mucho. Sé de casos de morras que le gustan al
narco de la cuadra y las quieren secuestrar o le dan dinero a la familia por
las chicas. Te pueden matar, violar o secuestrar.
»¿Qué
les dices? Esos güeyes controlan todo, pues. No puedes contra ellos,
neta. No puedes. No lo intentes. Han matado a mis amigos de la primaria, de la
secundaria. Han desaparecido a familiares.
»Nunca
te puedes acostumbrar a tanta violencia. No está chido. Creo que muchas cosas
están mal ahorita y está saliendo a flote todo… Es una sociedad agresiva… Si la
gente se relajara y viera que hay un montón de realidades tal vez serÃa como
más fácil sobrellevarnos».
Sobrecogedor, porque en su brevedad ilustra cómo se
trastoca la vida de las personas. Acongoja al saber que pasó ayer, ocurre hoy;
y, por lo visto: sucederá mañana.
Con
diversos testimonios y durante dos horas, se reconstruye la personalidad, las
circunstancias y las consecuencias: su madre se manifestó, frente al palacio
presidencial, durante 17 años, hasta que enfermó.
El
documental cierra con una sesión de la Corte Interamericana de DerechosHumanos, en 2021, que mantiene abierta la causa.
De
Perú, se dispone de un largometraje imperdible: Miss Amazonas de Rafael Polar Pin. Alude al proceso de un concurso transgénero que lleva quince ediciones en la
localidad de Iquitos, en la AmazonÃa peruana.
Contrario
a lo que la inercia lleva a pensar no presenta el concurso en sÃ. Es más,
concluye, justo en el momento en que arranca la ceremonia, en la noche D.
El acierto reside en acompañar los noventa dÃas previos en que ocurre este gran
acto de afirmación.
No
es el tÃpico concurso de belleza, negocio para todos los involucrados, porque
aquà se trata no sólo de escoger un prototipo, sino de edificar, contribuir a
la libre y respetuosa existencia social de las trans.
Participar
en Miss
Amazonas implica asumirse con plenitud, aceptarse.
Si las participantes no tienen una página pública en tanto concursantes,
pierden puntos porque ¿Cómo aspiran a ganar si no son tales?
Es
tan decisivo que Fiorella afirma: «El concurso me dio la seguridad para vivir». Se observa cómo se inscriben chicas tÃmidas y
terminan como personas instruidas, empoderadas.
Testimonios
demoledores. Camila: «No somos un objeto sexual. Sentimos, amamos y luchamos
como cualquier ser. No he tenido oportunidad de tener una relación que me de mi
lugar. Todas han sido escondidas. Tienen relaciones con una trans, pero
oculta». Dayanara: «Al año de declararme quise suicidarme. Pretendà ahorcarme».
Todo
indica que las transgéneros, en cualquier parte, deben luchar contra el mundo:
el padre maltratador, vivir en la calle y dormir en el parque, pasar hambre.
Todo eso que Camila
Sosa documenta en la novela Las malas, comentada semanas atrás.
El
documental demuestra que el concurso es caminar hacia la luz. Y ese halo
luminoso debiera irradiar a la mayor cantidad posible de personas.
En
Miss Amazonas se refleja toda la esencia de Retina Latina: se aprende
de sus convicciones, se entienden las realidades y no se olvida que bajo las
corazas que deben construirse hay seres humanos.
Sin,
duda, hay que aprovechar este esfuerzo en pro del cine latinoamericano.
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