DAVID SANTIAGO TOVILLA
¿Quién si no Madonna para reivindicar los alcances de
su libro SEX, que este año cumplió treinta de haberse publicado? El
volumen apareció en enero de 1992. Casi finaliza el 2022 y el hecho estuvo a
punto de pasar desapercibido.
Bastó un apunte de la diva, desde una historia de Instagram,
para recordarle al mundo el carácter precursor de su libro con fotografÃas de Steven
Meisel. DÃas atrás, el 24 de octubre, Madonna hizo una publicación sin
imágenes. Letras blancas sobre fondo negro, para puntualizar el contenido: «Hace
30 años publiqué un libro llamado SEX con fotos explÃcitas de mÃ, con
fotos de hombres besando hombres y mujeres besando mujeres y yo besando a todos.
«También escribà sobre mis fantasÃas eróticas y
compartà opinión sobre la sexualidad desde un punto de vista irónico. Dediqué
los siguientes años a ser entrevistada por personas de mente cerrada que
intentaron avergonzarme por empoderarme a mà misma como mujer. Me llamaron puta,
bruja, hereje y demonio.
«Ahora Cardi B puede cantar sobre su vagina, Kim
Kardashian puede adornar la portada de cualquier revista con su trasero al
descubierto y Miley Cyrus puede subirse en una bola de demolición. Bienvenidas,
perras».
Como suele ocurrir, lo que prendió fue la reacción
furibunda de Cardi B, que horas después transformó en mensajes de amor entre
las dos mujeres.
¿Tiene razón Madonna? Desde luego que sÃ. SEX no
sólo es una recopilación fotográfica con desnudos. Es un manifiesto que, a tres
décadas, está vigente. Es el testimonio de una firme empatÃa con los derechos
de la diversidad. Es desde lo visual y los pocos textos incluidos una
congruente proclama por el ejercicio de la sexualidad femenina.
En él, Madonna dice lo que aún hoy se dice con reserva: «Me gusta mi coño. A veces lo miro en el espejo cuando me estoy desnudando y me pregunto cómo se verÃa sin pelo como cuando era un bebé. A veces me siento en el borde de la cama y abro las piernas. Al mirar en el espejo me pregunto qué ven los demás. (…) Me encanta mi coño, es el resumen completo de mi vida. Es el lugar donde han sucedido todas las cosas más dolorosas. Pero me ha dado un placer indescriptible. Mi coño es el templo del aprendizaje». La reflexión acompaña a una de sus fotos más señaladas en aquel tiempo: un espejo en el suelo y ella, desnuda, sobre él. Se sostiene en el piso con la mano derecha, mientras la izquierda hurga en su intimidad.
SEX hace
planteamientos, reivindicaciones varias. El gusto por el fetichismo. La afición
por las prendas que adornan el cuerpo. El derecho a la fantasÃa sadomasoquista.
La utilización de elementos de identidad religiosos. El placer sin género. La
libertad para verse, ver e invitar a ser vista. La permanente controversia
entre lo público y lo privado. El cuerpo y la sexualidad como un ingrediente de
la vida. Todo ello, desde una óptica irreverente, transgresora, acorde con el
estilo de la época —por eso, también, las fotografÃas van en blanco y negro—;
hoy, los materiales de Madonna priorizan el sentido estético.
En SEX, Madonna comenta: «Me encanta mirar la
revista Playboy porque las mujeres se ven muy bien desnudas. No veo cómo
un tipo que mira a una chica desnuda en una revista puede degradar a una mujer.
Todo el mundo tiene su sexualidad. Es cómo tratas a las personas en la vida
cotidiana lo que cuenta, no lo que te excita en tu fantasÃa».
Proclama: «El sexo no es amor. El amor no es sexo. Pero
lo mejor de ambos mundos se crea cuando se unen. Puedes amar a dios, puedes
amar al planeta, puedes amar a la raza humana y puedes amar todas las cosas,
pero la mejor manera para que los seres humanos muestren amor es amar el uno al
otro. Es la forma en que difundimos el amor a través del universo: uno a uno.
El amor es algo que hacemos».
SÃ: Madonna y SEX, abonaron en ese camino que
no deja de construirse. Por eso la incansable cantante alude a casos sonoros
que han ocurrido, en fechas recientes. En agosto de 2013, Miley Cyrus, dio a
conocer el video
de la canción Wrecking Ball. La chica, sentada en
una bola de demolición, alterna las tomas: unas, vestida con top y bikini
blanco y, otras, en total desnudez sólo calzada con unas botas Dr Martens.
En 2014, Kim Kardashian realiza su más icónica portada
para la revista Paper: una sonrisa pÃcara
desde el rostro que voltea, porque lo central es la espalda y los glúteos
bañados con aceite para obtener brillo y vistosidad contundentes.
En 2020, Cardi B lanzó una canción titulada WAP
que proviene de Wet Ass Pussy, cuya versión en español
es Coño mojado. La letra es literal: «Trae un balde y un trapeador/ Para
este coño mojado/ Dame todo lo que tienes/ Para este coño mojado/ Pon este coño
justo en tu cara/ Pasa tu nariz como una tarjeta de crédito…/Este coño está
mojado/ Ven a darte un chapuzón».
La super modelo Emily Ratajkowski en su libro
Mi cuerpo, publicado en 2021, apunta otro material que no entró
en el recuento de Madonna pero forma parte de ese contexto: «Cuando fue lanzado
el video musical y sencillo viral de Megan Thee Stallion y Cardi B WAP
recibió 25,5 millones de visitas en veinticuatro horas. Debutó en el número uno
en las listas estadounidenses y mundiales, convirtiéndose en la primera
colaboración femenina en hacerlo.
«Poco después, Internet se consumió con un debate
sobre los aspectos hipersexuales de la letra y el video. Muchos comentaristas
culturales elogiaron la canción como un himno positivo para el sexo y afirmaron
que, al rapear sobre detalles sexuales explÃcitos y sus deseos, Cardi y Megan estaban
afirmando su agencia y promulgando un cambio de roles atrasado. Otros
argumentaron que la canción y el video estaban haciendo retroceder el feminismo
cien años.
«La última vez que un video musical provocó un debate
tan acalorado sobre el empoderamiento y la sexualidad de las mujeres fue en
2013: Blurred
Lines, coescrito e interpretado por Robin Thicke, Pharrell
y TI. El video mostraba a tres mujeres bailando casi completamente desnudas. Yo
era una de ellas.
«Blurred Lines me impulsó a la fama de la noche
a la mañana a los veintiún años. Hasta la fecha, la versión censurada, que
oculta parcialmente nuestra desnudez, recibió aproximadamente 721 millones de
visitas en YouTube y la canción es uno de los sencillos más vendidos de
todos los tiempos.
«De repente, yo y, más especÃficamente, la polÃtica de
mi cuerpo estaba siendo discutida y diseccionada en todo el mundo por
pensadoras feministas y adolescentes por igual. Los crÃticos condenaron el
video como asombrosamente misógino debido a la forma en que mis
compañeras modelos y yo fuimos cosificados.
«Cuando la prensa me preguntó por mi posición sobre el
video, sorprendà a todos respondiendo que no sentÃa que fuera antifeminista en
absoluto. Le dije a los periodistas que pensaba que las mujeres encontrarÃan, o
al menos deberÃan encontrar, mi actuación empoderadora.
«Argumenté que me sentÃa segura de mi cuerpo y de mi
desnudez. ¿Quién era nadie para decirme que no me fortalecÃa bailar desnuda? De
hecho, ¿no era anti-mujer tratar de decirme qué hacer con mi cuerpo? El
feminismo tiene que ver con la elección, le recordé al mundo, asà que dejen de
intentar controlarme».
Por lo visto, los años le han dado a Madonna la vitalidad
para persistir en marcar la agenda, estar en los debates, expresarse con
libertad y diversión, cuestionar las inventadas normalidades, erigirse
en contra de prejuicios hacia el erotismo y la edad. Es innegable su faena
hacia el empoderamiento femenino desde la sexualidad.
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