Γ“scar 2023: ¿GanarΓ‘ 𝙇𝙀𝙨 π™šπ™¨π™₯π™ž́π™§π™žπ™©π™ͺ𝙨 π™™π™š 𝙑𝙖 π™žπ™¨π™‘π™– como mejor pelΓ­cula?


DAVID SANTIAGO TOVILLA

Uno de los retos del mes de febrero es conocer las pelΓ­culas candidatas a los Premios Γ“scar. La tarea tiene fecha lΓ­mite: 12 de marzo. Es complicado, porque aΓΊn estΓ‘n por estrenarse, en cines de MΓ©xico, varios de los trabajos nominados. Sin embargo, los portales alternativos, proporcionan la posibilidad de avanzar hacia ese propΓ³sito. Con paciencia y dedicaciΓ³n, pueden encontrarse y verse la mayorΓ­a de las propuestas.

 

Este aΓ±o, son diez las finalistas para la categorΓ­a de mejor pelΓ­cula. Con ellas puede responderse la pregunta ¿hacia dΓ³nde se orienta el Γ“scar 2023? En los mejores trabajos prevalece un cine que busca la reflexiΓ³n y generar preguntas en torno a las relaciones humanas. En mayor medida, lo hacen las candidatas que no se distinguen por ser taquilleras como puede apreciarse en este apunte sobre la decena de cintas en competencia, planteadas en orden de prioridad:

 

Almas en pena de Inisherin (The banshees of Inisherin) de Martin McDonagh. En MΓ©xico fue titulada como Los espΓ­ritus de la isla. ¿Por quΓ© es difΓ­cil para unas personas reconocer que otras tienen el derecho a renunciar a su amistad?  ¿Por quΓ© no respetar la decisiΓ³n de quien desea no invertir su tiempo en conversaciones rutinarias y prefiere elaborar una pieza de arte? ¿CΓ³mo esa falta de respeto puede permutar de una amistad a un odio destructor? ¿CΓ³mo diferenciar una amistad de un apego?


 

¿QuizΓ‘ es mΓ‘s porque en una vida sin expectativas, aislada, ir a la casa del vecino y de ahΓ­ al bar, puede ser la ΓΊnica ocupaciΓ³n que da motivo a la existencia? ¿Por quΓ© no se aprende que si se persiste en un error puede llevar a otros, en una cadena interminable de errores? ¿Por quΓ© vivir encerrados en sΓ­ mismos, cegados para ver y tomar en cuenta las razones de los otros?

 

¿Es tan fΓ‘cil empezar a ser otros, renunciar a la Γ©tica y los principios, para conseguir los empeΓ±os propios por absurdos que sean? ¿Hasta dΓ³nde rige la ignorancia o la soberbia? ¿Es imposible darse cuenta de que se camina hacia la autodestrucciΓ³n? Actuaciones extraordinarias, fotografΓ­a espectacular de Irlanda.

 

Este trabajo debiera ser el ganador, en 2023, en la categorΓ­a de mejor pelΓ­cula.

 

Sin novedad en el frente de Edward Berger. Una narraciΓ³n con el tema del frente de batalla en la Primera Guerra Mundial que, en cada fragmento, construye un discurso en contra de las acciones bΓ©licas. Dos horas y media para demostrar la degradaciΓ³n personal: de la creencia patriotera a la conversiΓ³n en una mΓ‘quina humana.



En la guerra sΓ³lo hay dos objetivos: matar y sobrevivir. Se siguen estrategias y decisiones, lo de menos son las personas. Todos son sacrificables: agresores y agredidos. Siempre. Ya se ve cΓ³mo los invasores rusos llegaron con la intenciΓ³n de exterminar poblados ucranianos; ademΓ‘s, hasta ahora, los bombardeos cotidianos se dirigen sin distinciΓ³n de la poblaciΓ³n. Quieren poseer el territorio. Si deben matar a todos asΓ­ serΓ‘. La diferencia, en el caso de 2023, es que no hay una guerra bilateral sino un paΓ­s invasor y otro que trata de rechazarlo.

 

La pelΓ­cula no requiere ser sanguinolenta en extremo para documentar la crudeza de la vida en conflicto. MΓ‘s se logra con el esmero estΓ©tico. Muestra cΓ³mo se imponen inercias para vivir en esa circunstancia. Vida y muerte son los polos que se tocan en todo momento. Sin concesiones o indulgencia para ningΓΊn bando porque no hay humanidad en ningΓΊn caso. Congoja e indignaciΓ³n perduran mucho tiempo despuΓ©s de ver el filme porque logra mover hacia allΓ‘.

 

Formar parte del catΓ‘logo actual de Netflix.

 

El triΓ‘ngulo de la tristeza (Triangle of Sadness) de Ruben Γ–stlund. La comedia no sΓ³lo sirve para divertir. Puede utilizarse en la mΓ‘s corrosiva mirada hacia rasgos del mundo actual. ¿CuΓ‘l es el mΓ©rito para convertirse en un influenciador? El cuerpo. ¿CuΓ‘l es la capacidad mΓ‘s evaluada de los modelos? La de gesticular de acuerdo con cΓ³mo se le exija. ¿Es probable que haya hombres que tengan mΓ‘s criterio de igualdad que algunas mujeres? SΓ­, porque se continΓΊan reproduciendo el esquema de la feminidad patriarcal —vΓ©ase la reseΓ±a anterior  sobre el libro de Bell Hooks—.


 

¿A quΓ© se dedican los propietarios de las fΓ‘bricas de esas minas que, todos los dΓ­as, mutilan personas en el mundo? A divertirse. ¿Se conoce la verdadera mentalidad de quienes tripulan los grandes cruceros empleados en viajes de placer? No hay manera. ¿En una circunstancia adversa quiΓ©n puede asumir el poder de un grupo? No los adinerados sino quien sabe hacer. ¿El sexo es una moneda de cambio? Siempre que se puede. ¿Hay quienes estΓ‘n dispuestos hasta a matar para conservar su limitado mundo ficticio en donde son los tiranos? SΓ­, no importa avasallar, destruir; lo que interesa es mantenerse en el poder.

 

Una sΓ‘tira que aterriza con un final tremendo y hace olvidar la ironΓ­a para centrarse en la realidad de las debilidades humanas.

 

TΓ‘r de Todd Field. Compleja, pero con un planteamiento integral. El director se toma una hora inicial para perfilar a su personaje, con abundancia de informaciΓ³n del mundo de la mΓΊsica clΓ‘sica. Tras ese tiempo, el espectador, si se desespera, podrΓ‘ preguntar ¿a quΓ© hora se inicia la pelΓ­cula? Con el desenvolvimiento de los hechos y en especial el final, se entenderΓ‘ porquΓ© el autor decidiΓ³ hacer tamaΓ±a inversiΓ³n.


Una revisiΓ³n del ejercicio del poder, aplicado a una directora de orquesta, pero extensivo a cualquier profesiΓ³n, nivel, gΓ©nero y circunstancia. Con mensajes adyacentes: una es la imagen y otra las personas reales, en un momento en que la percepciΓ³n decide el Γ‘nimo de la gente, aunque sean impostores. Otro seΓ±alamiento: quienes son Γ­ntegros o no en las actividades pΓΊblicas, profesionales, lo son tambiΓ©n en lo privado. La persona y su vida es una misma con acciones en distintos campos.

 

El papel de Cate Blanchett como Lydia TΓ‘r serΓ‘ memorable por mucho tiempo.

 

Elvis de Baz Luhrmann. TenΓ­a que ser la magia este director la que diera a Elvis Presley su pelΓ­cula definitiva. Hoy, este filme es imprescindible porque es justo que las nuevas generaciones diluyan la simpleza del «muriΓ³ de sobredosis».



Luhrmann construye una extraordinaria pelΓ­cula muy distante de una biografΓ­a: es un producto de una fuerza estremecedora. Logra mostrar al personaje en toda su dimensiΓ³n humana. Lo presenta en el contexto de todas sus motivaciones.

 

Hace que el espectador lo entienda, admire y se rinda ante quien es vulnerable en su grandeza. ¿CΓ³mo no exasperarse con su explotaciΓ³n total, en lo econΓ³mico y artΓ­stico? ¿CΓ³mo negar la simpatΓ­a con un gran artista que deseΓ³ hacer ir al extranjero, a una gira internacional, y se le impidiΓ³ con engaΓ±os? ¿CΓ³mo aceptar que, en los hechos, se le esclavizΓ³ a una sala de conciertos y, ante su extenuaciΓ³n, se le dieron estimulantes para que cumpliera los compromisos? A Elvis Presley, el rey del rocanrol, le robaron la vida.

 

Las pasiones generadas en el espectador, en Elvis, se construyen desde el estilo expresionista, estridente, del cine de Luhrmann. Para ello, es decisiva la actuaciΓ³n de Austin Butler, que le ha hecho candidato a mejor actor, en esta misma ediciΓ³n de los Γ³scares.

 

EstΓ‘ disponible en HBO Max.

 

Ellas hablan (Women Talking) de Sarah Polley. El nombre de la pelΓ­cula indica, con precisiΓ³n, lo que es: la exposiciΓ³n de argumentos de un grupo de mujeres, para tomar la decisiΓ³n mΓ‘s importante de su vida. La acciΓ³n estΓ‘ en los diΓ‘logos. El escenario es, la mayor parte del tiempo, en un granero o cobertizo. La fuerza expresiva estΓ‘ en la exposiciΓ³n de las actrices. Todo acentuado con un filtro permanente que da un efecto vintage.

 

El tema es punzante: la recreaciΓ³n de un hecho real ocurrido en Manotioba, comunidad menonita de Bolivia, llevado a novela por Miriam Toews: «Entre 2005 y 2009, muchas mujeres y niΓ±as —mΓ‘s de trescientas— se levantaban por la maΓ±ana doloridas y con sensaciΓ³n de modorra, sus cuerpos amoratados y sangrantes, como consecuencia de haber sido agredidas por la noche.

 

»Estas agresiones se atribuyeron a fantasmas y demonios. Ciertos miembros de la comunidad eran de la opiniΓ³n de que o Dios o SatΓ‘n estaban castigando a las mujeres por sus pecados; un grupo muy numeroso las acusaron de mentir para llamar la atenciΓ³n o encubrir adulterios: hubo incluso quienes creyeron que era todo fruto de la viva imaginaciΓ³n femenina desbocada. Con el tiempo se descubriΓ³ que ocho hombres de la colonia habΓ­an administrado anestΓ©sico para animales a sus vΓ­ctimas para dejarlas inconscientes y asΓ­ poder violarlas».

 

El reto cinematogrΓ‘fico fue decir todo, desde la conversaciΓ³n. El morbo de las violaciones estΓ‘ ausente y sustituido por el dolor humano, la vergΓΌenza y la rabia que producen. Es mΓ‘s, los hombres estΓ‘n fuera del filme: son la alusiΓ³n negativa. SΓ³lo aparece el maestro que fue invitado para levantar el acta de la reuniΓ³n, porque las mujeres no saben leer ni escribir. Son mujeres que hablan, discuten, para decidir. Desde sus palabras exponen: la tradiciΓ³n por generaciones del autoritarismo patriarcal, su mundo limitado, la formaciΓ³n religiosa, anhelos y temores.

 

Ellas hablan es el hipotΓ©tico registro de dos dΓ­as en deliberaciΓ³n colectiva para decidir quΓ© hacer, ante la verdad: a) nada; b) luchar en la comunidad; c) marcharse del lugar.

 

De la decena de candidatas, al momento de redactar este apunte, es la mΓ‘s difΓ­cil de localizar. Su estreno, en salas de MΓ©xico, estΓ‘ anunciado para el 2 de marzo.

 

Los Fabelman de Steven Spielberg. Una aportaciΓ³n para situar la visiΓ³n cinematogrΓ‘fica del famoso director. Proporciona elementos de su biografΓ­a: su atracciΓ³n por el cine, la oposiciΓ³n familiar a ello, su juventud azarosa por el acoso escolar y la disfuncionalidad en casa. Su talento para procesar, en cine, recuerdos de infancia y articular historias que den un punto de vista diferente con las mismas imΓ‘genes rutinarias que los protagonistas no imaginaban. Subraya que su maestro fue el legendario director de wΓ©sterns John Ford.



Avatar: El sentido del agua de James Cameron. Es el cine de la espectacularidad visual no del contenido, porque en esencia es otra de buenos contra malos. Los bienhechores: la familia de una raza que vive en mundo-paraΓ­so natural. Los malΓ©ficos: marines norteamericanos que desean conquistar esos espacios de vida plena. Largos pasajes de tomas submarinas para verse en 3D, hasta llenar cuatro horas. GuiΓ±os ecologistas. Nada adicional. Es un trabajo para ver en el cine, con la pantalla y sonido apropiados porque es un espectΓ‘culo con la mejor tecnologΓ­a disponible hasta el momento.


 

Todo en todas partes al mismo tiempo o Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once) de Daniel Kwan y Daniel Scheinert. Una comedia que complace a todos los pΓΊblicos. Un producto diseΓ±ado para tratar de conectar con todos. El objetivo es quedar bien con quien sea.



Esta cinta inventa una fΓ³rmula para tener Γ©xito. Por una parte, apela a la vertiginosidad visual para dar informaciΓ³n digerida en este mundo del imperio del video y el rechazo a la reflexiΓ³n. Por otra, introduce mΓΊltiples referencias instaladas en el pΓΊblico como soportes para caminar. Por eso su eje es el multiverso: un tΓ©rmino machacado tanto por DC Comics como Marvel Comics en sus pelΓ­culas de estricta diversiΓ³n. TambiΓ©n la inclusiΓ³n de alusiones a pelΓ­culas populares como Matrix. Por momentos, se percibe hasta un asidero a la exitosa serie El juego del Calamar. 

 

Su ingenio es construir un pastiche de efectos y reminiscencias, para tratar de presentar algo original que, en realidad, sΓ³lo conduce al entretenimiento o la risa. Lo mejor de ella es la actuaciΓ³n de su protagonista, personificada por Michelle Yeoh que la colocΓ³ como candidata a mejor actriz, en esta misma ediciΓ³n.

 

Top Gun Maverick de Tony Scott. El tΓ­pico producto hollywoodense de acciΓ³n. Para presentarse, la estrella hace una prueba de velocidad en un aviΓ³n que explota. Γ‰l reaparece incΓ³lume. Casi al final, ocurre lo mismo: en la misiΓ³n para destruir un bunker enemigo, derriban su aeronave, pero nada le pasa. Enseguida va y hace la hazaΓ±a de robar una nave del adversario. En medio de eso un viejo romance, un conflicto con el hijo de un compaΓ±ero fallecido. Fuera de las acrobacias aΓ©reas sΓ³lo hay testosterona.



Quedan tres semanas para saber cuΓ‘l de estos caminos elige la Academia de Artes y Ciencias CinematogrΓ‘ficas.