Mujeres, 8M y el acervo de las pancartas



DAVID SANTIAGO TOVILLA

Fotografía: Twitter @marceela4

Han pasado sólo días de las magnas concentraciones de mujeres que, en diversos tonos, dijeron: «Disculpe las molestias, nos están matando». Para vergüenza de todos, las notas continúan:

9 de marzo. Diario Rotativo. Registran en Querétaro 15 niñas y 49 mujeres desaparecidas.

10 de marzo. Quadratin México. Justa es la víctima 43 de feminicidio en Oaxaca, en 100 días.

11 de marzo. CNN. Tres mujeres residentes en Texas fueron reportadas desaparecidas, en Nuevo León, después de cruzar la frontera con México.

13 de marzo. Am. En lo que va del año, 82 mujeres han sido reportadas como desaparecidas o no localizadas en Guanajuato. Son la tercera parte del total de casos, al menos 250 durante 2023.

13 de marzo. El Financiero. Suman 114 casos de mujeres desparecidas en Edomex. Con 114 casos de mujeres desaparecidas, lo que significa casi tres veces lo registrado en la Ciudad de México, que tuvo 40, enero fue el peor mes de en materia de desapariciones de mujeres en el Estado de México.

13 de marzo. Zeta. Mujeres en Baja California: 503 desaparecidas, 435 asesinadas, en 16 meses.

14 de marzo. Telemundo. Pandemia de feminicidios: Mujeres protestan con cruces rosas en Ciudad Juárez.

17 de marzo. Infobae. Secuestraron a otra mujer estadounidense, ahora en Colima, informó el FBI.

17 de marzo. El Universal. Hallan calcinadas a cinco de las seis mujeres desaparecidas en Celaya, Guanajuato.

18 de marzo. Imagen del Golfo. En menos de 3 meses, Veracruz es segundo lugar nacional de feminicidios.

El 22 de marzo, El País dio cuenta del caso de una futbolista profesional quien se tuvo que ir de México por la violencia digital y el acoso físico impune.

El estruendoso grito de la movilización de las mujeres prevalece porque el problema se incrementa. La realidad lacerante de México está, todos los días, en sus calles. Todo lo demás es palabrerío inútil.

Mujeres,  8M y el acervo de las pancartas

Las mujeres no dejan de expresarse, por necesidad, en esos sitios en donde se concentran los atropellos. Lo que se observa en la cotidianidad de algunas zonas, se vio amplificado el 8 de Marzo (8M).

Creatividad, arrojo, solidaridad, convocatoria. El tamaño de las manifestaciones de las mujeres en las calles de México fue proporcional a la violencia que, con impunidad en la mayoría de los casos, forma parte de la inocultable situación nacional.


Lo más significativo es el deseo de expresarse. Si hubiera manera de consignar en un libro gráfico las miles de pancartas exhibidas, sería algo extraordinario. Tal como ocurre con esa bibliografía que documenta las frases en los muros de Francia, en mayo de 1968.

 

Las consignas escritas, en cartulinas o pedazos de cartones, con distintos tipos de letra, algunas con mayor detenimiento y otras como simples trazos, son el gran memorial que dejó el 8 de marzo de 2023. Palabras, frases, que constituyen el mundo mujer actual.

 

El ingenio, la mordacidad, la claridad de las expresiones son para recuperarse: «No nací mujer para morir por serlo», «Somos la voz de las que ya no están», «Vine a gritar lo que a ti te hicieron callar», «Cuando trataron de callarme: grité», «Trataron de enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas».

 

Todo lamento está erradicado por la energía de cada afirmación. Son declaraciones, convicciones de personas de distinta actividad y formación, pero unidas en la indignación: «Feliz va a ser el día que no falte ninguna», «Si eres hombre y respetas a las mujeres, no eres especial: eres normal», «Ojalá nunca te toque ver cómo la inseguridad te quite al amor de tu vida», «De camino a casa quiero ser libre, no valiente», «Tal vez no tendríamos que marchar si alguien hiciera su trabajo».

 

Cada pancarta, con el poder del lenguaje, es un mazazo a feminicidios, desapariciones, maltratos: «Hoy marcho con mi hija con temor a que mañana lo haga sin ella», «Le quiero dar a mi mamá un título, no un letrero de “Se busca”», «Somos el corazón de las que ya no laten», «Hoy lucho para existir mañana» «Hoy marcho porque puedo, quiero y sigo viva», «8M: No se felicita, se lucha».

 

Un país que registra el asesinato de una de sus mujeres cada dos hora y media es, con certeza, señalado: «México lindo y querido y machista y homofóbico y misógino y asesino y feminicida», «En México nos matan hasta quienes dicen amarnos», «Marzo tiene más feminicidios que días», «México, no sólo dueles, matas», «Estar viva no debería ser un logro», «¿Qué cosecha un país que siembra cuerpos?», «Las asesinadas no son sólo 11 al día, son nombres, sueños interrumpidos, familias destruidas».

 

El problema es de todos. No hay excusas. Las imputaciones son inequívocas como los testimonios cotidianos: «Eduquemos a no violar, no a cómo protegerse de una violación», «Que los secretos familiares dejen de encubrir abusadores», «No tío, no primo, no quiero jugar al “doctor”. No tenías derecho a tocarme. Era unx niñx», «No quiero flores, quiero que dejes de encubrir a tus amigos violadores».

 

Lo positivo de la jornada femenil de marzo es su gran confluencia y determinación. Horas de exposición y expresión de distinto tipo. La irritación es lo que une a muchas porque aún no termina marzo y el México violento en contra de sus mujeres acumula casos, todos los días.

 

Lo esencial está en el coraje que consignaron en sus dichos ante el ominoso hecho de que, en México, muchas mujeres dejan de serlo para convertirse en una cifra, una herida familiar, una exigencia.

 

El lenguaje de las pancartas se conservará en medios, redes sociales y la memoria visual de todos. Es un grandioso acervo. Vale la pena destacar la convocatoria desde el Twitter de la periodista Carolina Solis para recuperar estas imágenes.


Por desgracia, cifras y realidad continúan igual, lejos de avanzar en justicia y contra la impunidad. El contexto de la estimulación del odio, la intolerancia y la agresión inoculan más rijosidad. Por eso las mujeres enfrentan con coraje la arrogancia e indiferencia ante el incremento cotidiano de desapariciones y muertes. Miles de mujeres demostraron que sí les importa, a todos los mexicanos debiera importarles y contribuir a su causa.

 

Las mujeres mexicanas están en movimiento.

 

Hay otras, en otras partes, que están en resistencia frente a una adversidad: dignas, firmes, ejemplares.

 

Son, también, mujeres de hoy, en lucha más allá de una fecha: involucradas, todo el tiempo y vida. Véanse, a tres de ellas:

 

Nilofar Bayat

 

Si en algún lugar hay una ofensiva contra los derechos de las mujeres es en Afganistán bajo el actual régimen talibán.

 

Para las mujeres han regresado las prohibiciones: no pueden trabajar, ni salir a la calle; tienen prohibido estudiar en las universidades; están ausentes en los medios de comunicación y en el espacio público; en las calles, se han borrado las imágenes de sus rostros con maquillaje o sin velo; se persigue y asesina a activistas, profesionales o políticas. En un ariete más: las divorciadas son obligadas a volver con sus maltratadores.

 


Una voz que se mantiene frente a la barbarie es el de una afectada por la presencia talibán: Nilofar Bayat. En una campaña actual para Amnistía Internacional resume los hechos: hace tiempo, un misil lanzado por los talibanes a la zona habitacional donde residía le dañó la espina dorsal. Ella tenía 2 años.

 

Creció y se dedicó al deporte: era la capitana de la selección nacional afgana de baloncesto en silla de ruedas. En 2021, ante la toma del poder por los talibanes, pudo huir a España. Sigue con sus actividades deportivas y constituyó la asociación Free Women for Afghanistan que ayuda tanto a los refugiados como a las mujeres en resistencia en el país.

 

Svetlana Tijanóvskaya

 

Parte de la estrategia de Vladimir Putin es mantener el control en los países que pertenecieron a la Unión Soviética a través de personeros incondicionales.

 

En el caso de Bielorrusia, el operador del tirano ruso es Alexander Lukashenko, quien es presidente desde la extinción de la URSS: seis mandatos consecutivos.

 

Ser títere del nacionalpopulista Putin, en consecuencia, le da impunidad para hacer y deshacer con los derechos humanos, la legalidad y los procesos electorales.

 

Para el más reciente proceso electoral, en 2020, de acuerdo con la escuela autoritaria, Lukashenko encarceló a opositores a su régimen. Dentro de ellos al esposo de una profesora y activista llamada Svetlana Tijanóvskaya. Ella no se inhibió y decidió presentarse como candidata presidencial. La campaña prendió y se reflejó en dos sucesos: aglutinó a toda la oposición en torno suyo; y, encabezó las concentraciones ciudadanas de la historia contemporánea de Bielorrusia.

 


Desde luego, en unos comicios manejados por el gobierno, Lukashenko dijo haber arrasado en las elecciones. Sin embargo, la estimación es que la candidata obtuvo el 70% de los votos. El país estalló en manifestaciones. La implacable persecución se desató: fueron detenidos 1500 personalidades.

 

Svetlana Tijanóvskaya pudo exiliarse en Lituania, desde donde se mantiene activa en favor de una Bielorrusia democrática y por la libertad de los presos políticos.

 

El 6 de marzo de 2023, horas antes del Día Internacional de la Mujer, en Bielorrusia fue juzgada y condenada, en ausencia, a 15 años de prisión.

 

En la misma racha de condenas que incluyó al Premio Nobel de la Paz 2022, Ales Bialiatski, a 10 años de prisión, sumada a otra condena de 18 años.

 

Dora María Téllez

 

En la trágica historia de las naciones que encumbran personajes que luego desbaratan el andamiaje institucional construido por generaciones, destaca Dora María Téllez.

 

A sus 22 años, fue decisiva en la lucha armada para la caída del dictador Anastasio Somoza. Se le conoció como Comandante 2 porque alcanzó ese rango en el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

 

Cuando Daniel Ortega empezó a construir su tiranía personal y minar la vida democrática de Nicaragua, Dora María se expresó en contra de un proyecto que retrocedía y se encaminaba a otra dictadura.

 


Téllez fue encarcelada, en 2021, junto con todos los posibles candidatos opositores. Fue condenada a 15 años de prisión.

 

El 9 de febrero pasado fue liberada pero expulsada del país, al tiempo que le fue retirada la nacionalidad nicaragüense.

 

En una extraordinaria entrevista para El país, titulada Las 605 noches de infierno de la Comandante Dos, narra a detalle cómo fue su encierro, con especial crueldad, en la cárcel de El Chipote.

 

En su respuesta final, Dora María Téllez, consultada sobre el perfil de Daniel Ortega, parece describir, en general, a actuales personajes en el poder: «ni de derechas ni de izquierdas, sino todo lo contrario. Un hombre de poder, esencialmente sin escrúpulos. Eso es lo que es Ortega: un animal de poder sin escrúpulos».


Tres casos concretos de quienes luchan por la libertad y en contra del autoritarismo que está de moda, pintado de diversos colores. Son mujeres de hoy, como las cientos de mexicanas que no sólo en una fecha y en un mes luchan por la vida: lo hacen todos los días.