DAVID SANTIAGO TOVILLA
Han perdurado generaciones. Van de un territorio a otro. Vencen al tiempo. Viven entre las personas porque existen en su acervo referencial. Entes que adquieren su malignidad o empatía de acuerdo con la versión conocida sobre ellos. Están en la proximidad, ágiles ante la menor convocatoria, mención o recordatorio.
Fabricio Vanden Broeck ha invocado a catorce de esos
seres a la Galería del Callejón del Teatro Peón Contreras, en Mérida, Yucatán. Su
recorrido constituye un paseo por un jardín mitológico atemporal. Animales
polimorfos unidos por la identidad que sabe proporcionarle el artista. Vista
esta exposición, se podrá ver cualquier pieza en otro sitio y, de inmediato, se
identificará su autoría.
La aportación de Vanden Broeck reside en la
singularidad de cada ser. Se han representado, muchas veces por muchos, pero el
creador logra constituir un sólido muestrario propio. Sí, son las asociaciones
con la mitología ancestral pero más importante es que se hagan con una
expresión distintiva.
Si bien, la exposición provee una síntesis de cada
espécimen incluido, lo cierto es que las piezas se erigen con su propia
personalidad. Esto es: aún sin apegarse al glosario, las obras trabajan con
rotundidad. Aún en su aparente sencillez, cada figura genera una conexión. Son
presentadas de tal modo que agradan. La ferocidad acostumbrada en otros relatos
acá se torna en algo afable. Tal vez
porque Vanden Broeck utiliza círculos y ondulaciones para darle unidad a la
muestra. Quizá porque cada mito se ha hecho tangible y está frente a los ojos
para percibirlo, asimilarlo, apreciarlo.
El material utilizado también le proporciona
coherencia: metal expuesto al desgaste. La rusticidad remite a la temporalidad.
Ese bestiario ha cruzado geografías, épocas, circunstancias, para llegar a 2023
y a la ciudad en que se expone.
Movimientos congelados, fuerza expresada en trazos y
volúmenes; garras, colmillos, no siempre utilizadas para agredir sino para
defender o vigilar algo; convivencias o alianzas; combinaciones de capacidades.
Elementos para que los seres humanos piensen en su vulnerabilidad, los términos
de su existencia y las animosidades internas que le acompañan siempre.
Recuerdos del porvenir de Fabricio Vanden Broeck permanece sólo hasta el 28 de mayo. Hay que visitarla.
Conexiones