‘La niña callada’ de Colm Bairéad


DAVID SANTIAGO TOVILLA

Esta semana ocurre un verdadero suceso cinematográfico. Ha llegado a las salas una de esas películas contundentes que no se encuentran con frecuencia. Vale la pena el esfuerzo que se haga para ubicarla, encontrar el horario y acudir a verla.

 

Es una cinta que desarma las barreras en 95 minutos, recuerda que en el mundo hay otra manera de tratar a las personas, invita a dar más importancia al fondo que a la forma, muestra cómo más trascendental que la fuerza de las palabras es la de los hechos. Perderse la oportunidad de verla, en cine, es desaprovechar esa circunstancia de intimidad que representa el cine para apreciar una cinta centrada en múltiples detalles.

 

Se trata de La niña callada (The Quiet Girl o An Cailín Ciúin) de Colm Bairéad una película que representó a Irlanda, en la edición 2023 de los premios Óscar.


 

Es un trabajo modelo para demostrar cómo se hace una buena película. No es una cinta extendida en tiempo porque cada toma cuenta: contribuye a la narración visual. Nada es decorativo o simple ilustración: todo fragmento tiene peso porque es una fotografía concebida con arte.

 

Los diálogos son los necesarios. Por una parte, porque la personalidad de la protagonista es mesurada, casi silente. Por otra, por congruencia narrativa: lo trascendente está en los actos no en los dichos. La significación crece con la compañía de bellas composiciones de piano y cuerdas.

 

Una película resuelta con perfección en todos sus aspectos para abordar el tema del afecto. Los padres biológicos, en ocasiones, se concentran en sus intereses y todo lo demás queda fuera. Hay hijos que, a veces, reciben más cariño de otras personas que de su ascendencia biológica.

 

Coexistir en un lugar no es vivir. El respeto a la persona, la consideración, son valiosos para los seres humanos. La mínima atención a su existencia puede transformar una vida azarosa en esperanzadora. Peor que la miseria material es la humana.

 

Sin parafernalia, con precisión y perfección, La niña callada promueve un enorme mensaje de humanidad.

 

Imperdible. Hermosa.

 

Un oasis en el México de estos días.



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