DAVID SANTIAGO TOVILLA
Fotografía: Dione Film
- La acción del Estado a favor del candidato oficialista y en contra del opositor fue avasalladora, sin límites legales y mucho menos éticos. Un desenfreno brutal. Tal parece que pretenden normalizar que todo está permitido para retener el poder, con recursos dilapidados, corporativismo a través de los planes sociales y estructuras de control social y mucha mentira o desinformación.
- El voto ciudadano se impuso por una alta participación: 76%.
- Empiezan a decir que fallaron las encuestas. No es así. Los estudios perfilaban un probable, apretado, triunfo de Milei. Eso ocurrió. El margen fue impreciso porque la gente no reveló su verdadera intención de voto.
- El aparato estatal se volcó para provocar el miedo a Milei en los electores, con tal furia, desmedida y desaseo, que no se dio cuenta que el verdadero temor de los votantes era hacia ellos. Una vez definida la elección, el torrente de gente que celebró el triunfo fue apabullante.
- Algunos políticos disfrazan sus intereses de ideología, pero cuando la realidad ya es superior a la propaganda se prioriza la búsqueda de alternativas a la miseria, la inseguridad, lo insano, la incertidumbre para vivir cada día.
- Ganó Javier Milei, el candidato de La libertad avanza. ¿Cómo será su gestión? Como todos los electos: ya se verá en esa gran diferencia entre la campaña y el ejercicio de gobierno.
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