DAVID SANTIAGO TOVILLA
FotografÃa: AP/Fredrik Varfjell
La activista por los derechos humanos, Narges Mohammadi, fue condecorada con el Premio Nobel de la Paz 2023. El 10 de diciembre, a la ceremonia oficial acudieron sus hijos a recibir el galardón. Ella permanece recluida en la prisión de Evin, en Irán, desde 2015, en el último de varios encarcelamientos.
A través de sus descendientes, Narges hizo llegar sus palabras para compartirse. El texto está disponible en el sitio oficial The Nobel Prize. Es un discurso que vale mucho por la circunstancia en que fue elaborado y por las caracterizaciones contenidas.
Las tendencias autoritarias asumen distintos colores, pero construyen una narrativa para destruir, perseguir y armar un camino contrario a la democracia, la transparencia, la convivencia social armónica y el respeto al marco jurÃdico.
Las letras de Narges Mohammadi son admirables porque no parece describir sólo a los gobernantes fundamentalistas de Irán, sino a los autoritarios que gobiernan en distintas partes. Su punzante documento alcanza a muchos que, en su actuación cotidiana, reflejan una fijación autoritaria.
Sobrevivir y vivir: «En medio de las llamas de la violencia, nuestra causa durante años se ha centrado más en la supervivencia que en la mejora de nuestra calidad de vida. Esencialmente, se trata de la posibilidad de mantenerse con vida, sobrevivir y vivir en un mundo donde la vida humana está expuesta, sin protección ni escudo y permanece indefensa ante todo».
De la tiranÃa: «La tiranÃa es una malevolencia infinita e ilimitada que durante mucho tiempo ha proyectado su sombra sombrÃa sobre millones de seres humanos. La tiranÃa convierte la vida en muerte, la bendición en lamento y el consuelo en tormento. La tiranÃa oprime a la humanidad, el libre albedrÃo y la dignidad humana».
Del autoritarismo polÃtico: «Bloquea cualquier movimiento polÃtico en la sociedad, restringe las oportunidades polÃticas y suprime las acciones tanto colectivas como individuales. Debido a un enfoque intransigente, una estructura rÃgida, leyes no democráticas y mecanismos y procedimientos opacos y fraudulentos, las elecciones y la votación son irrelevantes para la mayorÃa del pueblo. Ha reducido el coeficiente de participación polÃtica a cero, reprimiendo severamente a las organizaciones civiles independientes y se esfuerza por no dejar espacio para la libertad más allá de su interferencia y supervisión. El gobierno aplica sistemáticamente la discriminación para atacar a otros en su agenda».
Del autoritarismo cultural: «El gobierno se ha esforzado por mantener su maquinaria ideológica y sus organizaciones de propaganda a un costo exorbitante para mantener la aceptación ideológica y la propaganda generalizada en la sociedad».
Del autoritarismo económico: «El sistema apoya el amiguismo y el saqueo entregando monopolios y privilegios especiales a grupos leales a él, convirtiendo la esfera económica en un sistema de saqueo. La corrupción sistémica, la ineficiencia, la mala gestión, la malversación y el saqueo de bienes públicos han sumido a la sociedad en la pobreza, profundas desigualdades y un mayor desorden. Las graves consecuencias de estas polÃticas ponen la vida de las personas y su dignidad y estatus en riesgo de colapso y destrucción».
Son expresiones desde una convicción indoblegable. El discurso de Narges Mohammadi, escrito desde el sacrificio personal, hace recordar al mundo la vigencia de la lucha por un pacto global de derechos humanos y democracia.
Conexiones