DAVID SANTIAGO TOVILLA
El 2024 empezó con intensidad con la ceremonia de los premios Globos de Oro, otorgados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.
De acuerdo con la lista de ganadores es indicativo de una intención: recuperar credibilidad y devolver a un certamen el criterio cinematográfico por encima de los intereses de la industria.
El premio otorgado a Barbie es un ejemplo de esto: se le concedió sólo uno, en la categoría que nadie podía competirle: en éxito de taquilla. Un galardón complementario fue la mejor canción, pero no fue a la película en sí sino a la autora: Billie Eilish. Esto es: la apabullante presencia en los medios y en la sociedad no incidieron para entregarle más que un reconocimiento a pesar de tener nueve nominaciones.
En ese sentido, merece destacarse el Globo de Oro entregado a la película en idioma distinto del inglés: Anatomía de una caída (Anatomy of a Fall) de Justine Triet.
Una cinta inusual por su capacidad de presentar una historia y tejer sobre ella muchas miradas a otros temas. Una familia, una muerte, un juicio por sospecha. Pero la película es todo: un drama legal, una indagación de las relaciones entre los integrantes de ese núcleo. La construcción es de tal modo que el espectador toma partido por una de las partes en un momento y es obligado a repensar en ello minutos después. La creencia en la versión y las palabras de uno son cuestionadas por otros elementos, información adicional, que llevan a mantener la interrogante ¿cuál es la verdad? Aun cuando finaliza la película.
Una adversidad puede sacar a flote la realidad: la incomunicación, la insatisfacción, el desgaste, los razonamientos suicidas, el desconocimiento mutuo entre padres e hijos. Temas de fondo en una envoltura judicial.
Algo decisivo para la cinta es la actuación de Sandra Hüller. No es casual que Anatomía de una caída también haya ganado el mejor guion. Tampoco hay que olvidar que viene de ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes, en mayo pasado. Su estreno en México está previsto para el 25 de enero, pero ya puede verse en plataformas alternativas.
En general, el cuidado de esta edición de los Globos de Oro se mantuvo. Las candidaturas a mejor película en idioma distinto del inglés sí fueron representativas de ese cine para la vida y no como mera diversión que fueron:
El capitán: la evolución abrupta de la adolescencia a la adultez en las decisiones que debe tomar un joven senegalés quien decide salir de su comunidad para buscar futuro en Europa.
La sociedad de la nieve: la milimétrica recreación del más famoso accidente aéreo en la cordillera de Los Andes, que busca recuperar la esencia del éxito de la sobrevivencia: el trabajo disciplinado en equipo.
Vidas pasadas: Una mirada certera sobre el amor, con interrogantes sobre la pareja posible, el pasado que está en la memoria, el cambio de las agendas personales, las dudas existenciales. Imperdible.
Hojas de otoño: otra historia de amor con personajes lacerados por sus necesidades circunstanciales pero que saben ser, a su modo, cuando el corazón prevalece.
Los Globos de Oro tuvieron un desempeño extraordinario. Son un ejemplo para los premios Óscar, en donde, en ocasiones, se toman decisiones extrañas. Ya se verá qué camino toman: el de este buen antecedente o persisten en hechos como el ocurrido en 2017, cuando anunciaron como mejor película a La La Land y segundos después dijeron que era un error y se lo dieron a Moonlight. Se sabrá el 10 de marzo.
Días después, Anatomía de una caída recibió también el Premio de la Crítica Cinematográfica (Critics' Choice Movie Awards) a la mejor película de habla no inglesa. Antes, obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2023. Así que su lugar en la cúspide no tiene disputa.
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