DAVID SANTIAGO TOVILLA
El 10 de marzo se despejarán las incógnitas de la votación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estado Unidos para los Premios Óscar. Entre la fecha de las nominaciones y la ceremonia de premiación, transcurren otras reconocimientos similares que aumentan la efervescencia en torno a los nominados.
Desde el texto anterior, sobre las candidatas a mejor película se destacó que quienes resolvieron de mejor manera el tema fueron los Globos de Oro, al establecer un ganador por categoría: Oppenheimer, mejor película dramática; Pobres criaturas, mejor película de comedia; Anatomía de una caída, mejor película internacional.
En cambio, el Óscar a Mejor Largometraje Internacional saldrá de una quinteta propuesta por sus países. Es asombroso que Anatomíade una caída —con la Palma de Oro en Cannes y una abrumadora cantidad de galardones— no haya sido propuesta por Francia y sólo compite para Mejor Película en general. Este trabajo es merecedor, por mucho, de este premio.
Por lo tanto, el Óscar 2024 al Mejor Largometraje Internacional saldrá dentro de las propuestas de: Italia: Io Capitán, Japón: Días perfectos, España: La sociedad de la nieve, Alemania: La sala de profesores y Reino Unido: La zona de interés.
La mayoría de la quinteta está ya en exhibición en salas. La cinta alemana se estrenará el 29 de febrero y la italiana el 7 de marzo, aunque con una búsqueda esmerada se les encuentra en plataformas alternativas.
Así, el orden de preferencia para este blog es:
1. La sociedad de la nieve. La recuperación de un accidente inolvidable en la aviación argentina. Con un trabajo de recreación minucioso, creativo y tenaz. Recrea no sólo los aspectos físicos de la prueba de supervivencia: también se ocupa del contexto, el carácter de los personajes, la manera de pensar y las decisiones para actuar que tuvieron en la difícil y cambiante circunstancia. Logra involucrar al espectador en la vivencia adversa y extrema como si fuera uno de los protagonistas. De las cinco películas, es la que reúne mas elementos de elaboración cinematográfica.
2. La sala de profesores. Esta cinta es un gran descubrimiento. El tráiler no transmite su profundidad. Es un trabajo que evoluciona al detallar la complejidad de las relaciones humanas, sus decisiones y consecuencias. A partir de sucesos en una escuela, se hace una crítica a conductas personales y sociales. Un centro escolar es, al fin de cuentas, un microcosmos del exterior. Con acierto, va de la rutina inicial al desencadenamiento de un terremoto de ímpetus. Todo pasa por la mirada crítica: la insensibilidad del autoritarismo escolar; la formación de liderazgos; la defensa de causas que no siempre tienen sustento en la veracidad; la formación de la percepción a partir de versiones no de información sólida; la imposibilidad de que una sola actuación ética pueda contra el deterioro de muchos. Hay que verla, sin reservas.
3. Días perfectos. En la frase «Ahora es ahora. La próxima vez será la próxima vez» se resume la tesis de la película. No se sabe qué ocurrió en el pasado. Lo que importa es el presente en armonía con lo que se hace. Aún el oficio más sencillo es un reto profesional para realizarse con dedicación. La diferencia con los demás está en cómo se asume esa tarea. Todo está en el interior de las personas. Nada hay que buscar afuera. Desde la aceptación propia, la tranquilidad personal, pueden apreciarse detalles de la vida que están en la cotidianidad. Una película que aparta de la vertiginosidad del mundo actual para llevar al acompañamiento de unos días en la rutina de un solitario personaje, al sonido de una muy buena lista de baladas clásicas.
4. Yo Capitán. El tema migrante como desdicha con independencia del lugar en donde ocurre. Las motivaciones para salir de una situación de falta de oportunidades. La ilusión de lograr un lugar en el mundo. La industria alrededor de la necesidad de traslado. Una dinámica en donde el eje es el dinero y las personas son productos utilitarios y desechables. La extorsión a las familias de los migrantes retenidos ya sea en África o en cualquier parte. La nueva esclavitud posible por el poder de las bandas criminales, la complicidad con los cuerpos policiacos y la ausencia del Estado. La necesidad de hacer hasta lo no se sabido para tratar de salir del fango en que puede convertirse una vida.
5. La zona de interés. Auschwitz y toda la infamia que ahí se materializó tienen muchas referencias cinematográficas. La novedad de esta cinta es no mostrar la maldad sino mantenerla en el ambiente: en conversaciones, sonidos, la visibilidad permanente del humo de la chimenea de los crematorios humanos. Por eso se instala, al lado del campo de exterminio y exhibe el empeño de una familia alemana en hacer una vida plena en contraste con la tragedia al otro lado del muro. Una ama de casa —personificada por la extraordinaria Sandra Hüller, que en esta misma edición de los Premios Óscar es candidata a mejor actriz por su papel en Anatomía de una caída— que se empeña en construir, ahí junto a la ruindad, un hogar idílico con su huerto para el auto abasto, la alberca para el esparcimiento familiar. Un buen planteamiento, pero sin lograr la rotundidad buscada.
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