DAVID SANTIAGO TOVILLA
En la actualidad, la serie Shōgun ya puede verse en un maratón. Sin embargo, su estreno ocurrió como las grandes sagas: un capítulo semanal. La espera era recompensada con una buena fotografía, la recreación de vestuario, decoración y usanzas japonesas. Era esperada con gran expectativa. Su éxito fue rotundo desde su incorporación a la plataforma Disney+.
La serie es una nueva recreación del libro de James Clavell, quien retomó diversas referencias históricas para sustentar el relato.
El buen trabajo de producción hace que el espectador, en realidad, viva las circunstancias presentadas.
Las actuaciones de los actores japoneses Hiroyuki Sanada, como protagonista y Anna Sawai, su traductora, dan veracidad, solidez y soporte a la serie. En especial, ella logra hacer de su personaje lo más recordado de Shōgun.
En síntesis, se habla de un conflicto de poder sucesorio, aderezado por la llegada de un extranjero a tierras japonesas, con el consecuente encuentro de culturas diferentes.
Sin embargo, más allá del qué está el cómo.
Una idea cruza los diez capítulos: la estrategia es todo.
Amor, honor, lealtad, vida, muerte, se propician en función de quien logra erigir un liderazgo certero.
Trátese del año 1600, en Japón, o la época actual, hay quienes tienen la capacidad para mover el gran tablero de la política con la exclusiva consigna de sus intereses.
El vértice de Shōgun es el personaje Yoshii Toranaga pero más que un héroe idealizado es un político quien dispone de todo y todos para hacer su voluntad. En el camino, es necesario el sacrificio de lo que sea: relaciones, amistades, personas.
Así, la serie se construye con nueve episodios en donde se ponen en práctica las tácticas que derivarán en un gran plan estratégico revelado en el capítulo final.
La virtud de Toranaga, es mantener la estrategia con disciplina, sin compasión ni alteración por daños colaterales aún se trate de familiares o allegados entrañables.
Antes y ahora, la política es un método para llegar el poder y mantenerse en él, por encima de lo que sea.
La dimensión otorgada a la estrategia en Shōgun hace pensar que se llevaron al pie de la letra la principal tesis de El arte de la guerra de Sun Tzu: «El arte de la guerra —y la política— se basa en el engaño».
Una excelente serie que será recordada como una de las mejores de 2024.
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